Así lo indicó este jueves el delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Consistorio madrileño, Borja Carabante, durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno después de que se aprobase inicialmente la nueva ordenanza para la mejora de la calidad del aire.

Carabante explicó que, entre las medidas, estará la prohibición del uso de las calderas de carbón a partir del 1 de enero de 2022 o que dentro de las nuevas construcciones se destine un 50% del espacio a las placas solares o que se instalen puntos de recarga eléctrica para vehículos en los nuevos inmuebles.

En este sentido, el delegado del Área señalo que, dentro de las medidas para evitar las fuentes emisoras de contaminación, se autorizará a los policías para que puedan requerir que los vehículos más contaminantes vuelvan a pasar una ITV.

Carabante informó que se controlará a los vehículos que emitan humos “de manera ostensible”, para lo que se podrán hacer ITV “para verificar el cumplimiento”. Por ello, “si esa emisión de humos pudiese poner en peligro a otros vehículos o no respetase los límites, se podrían inmovilizarse ‘in situ’ si además está en vigor el Protocolo Anticontaminación”.