En declaraciones en la Cámara Alta, Maroto criticó la denominada ‘Ley Celaá’ porque “ataca la libertad y mucho”. Opinó que es “nociva” porque afecta a la propia capacidad de decisión de millones de padres y también por ser “la primera vez que una ley de educación se tramita sin haber escuchado a la comunidad educativa”.

Por tanto, opinó que en el Senado “debería darse voz a la comunidad educativa que ha estado amordazada por Celaá durante el trámite de esta ley exprés que sólo sirve para pagar el precio” a los independentistas que “quieren hacer del castellano algo segundón” en Cataluña.

“Cuando hay una oportunidad para escuchar nada más y nada menos que a la comunidad educativa, se debe aprovechar”, demandó Maroto, a pesar de recalcar que “la ley seguirá siendo nociva” por sus “ataques a la libertad”. Pero en este contexto, insistió en que “por lo menos debería servir el Senado como altavoz” de la comunidad docente.

De esta forma, prosiguió Maroto, se pondría sobre la mesa que esta ley ha sido “impuesta al mayor de los ritmos, a una velocidad máxima, para cumplir el acuerdo político con ERC” a cambio de su respaldo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE).