Así lo anunció Montero en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, después de que le preguntaran por el enfado de Iglesias por no haber sido incluido en la comisión interministerial inicialmente anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Menos de dos horas antes, se había divulgado que el vicepresidente sabía desde la semana pasada que no estaba en dicha comisión y que le había trasladado su enojo al jefe del Ejecutivo.

Montero aseguró que, pese al borrador publicado que establecía los miembros de la comisión y dejaba fuera a Iglesias, ya había una “instrucción expresa” verbal de Sánchez de que la comisión interministerial “fuera el propio Consejo de Ministros”.

“Ya había instrucciones expresas que no aparecen en ese borrador”, explicó, derivando de ellas el que finalmente “los que van a velar por el cumplimiento” de los criterios de reparto de los fondos “van a ser la totalidad de los departamentos”.

Montero justificó el cambio señalando que la agenda europea tiene una “absoluta coherencia con el acuerdo programático” de PSOE y Unidas Podemos, lo cual apoya que “será el Consejo de Ministros quien se encargará” de canalizar los fondos de la UE y no la comisión reducida. Más tarde, argumentó que “el presidente ya había decidido hace unos días que era mejor que, en vez de nombrar una comisión con un número reducido de ministros” cuando los fondos abarcan a la totalidad del Gobierno, “el ámbito natural” de la comisión es que todo el Ejecutivo. Y, ya al final de la rueda, aportó un último motivo, según el cual Sánchez “quería, para no hacer duplicidades, que la comisión interministerial fuera el propio Consejo de Ministros”.

Preguntada en qué momento tomó Sánchez la decisión de ampliar la comisión a todo el Consejo de Ministros, si antes o después de que se conociera el enfado de Iglesias por no haber sido incluido, Montero atestiguó que el tema “no ha sido objeto de la reunión” de hoy del gabinete “ni hemos comentado ninguna cuestión” relativa a él, y que ella “sí conocía cuál era la intención, la voluntad” de Sánchez, pues le “consta” que el presidente “ya había opinado respecto a esta cuestión en reuniones previas”.

Según la portavoz, “hay muchos borradores que circulan en torno a muchas estrategias” del Gobierno, hasta “diez u once versiones”. En este sentido, dijo no saber qué número de borrador fue el que se filtró en los medios ni en qué momento exacto se discutió la reformulación, pero posteriormente añadió que el publicado no podía ser el definitivo, porque definitivo es sólo el que tiene el visto bueno para ir al Consejo de Ministros.

“Éste ni siquiera lo tenía yo”, enfatizó, antes de defender el debate del Gobierno sin que parezca que “nos contradecimos o cambiamos de opinión, cuando se trata de algo tan natural como que uno puede tener una opinión” y luego escuchar otras.

Por todo ello, atribuyó la polémica a la "inmediatez de los medios" y pidió a los periodistas “cautela” con los borradores que se pueden ir filtrando, dado que “son documentos que se pueden ir modificando”, y no “intentar sacar punta o trasladar una situación de tensión” dentro del Gobierno por esta reconversión de la inicialmente pensada como comisión.

En septiembre, en el Congreso de los Diputados, Sánchez explicó que la gestión de los fondos se articularía a través de una unidad de seguimiento instalada en La Moncloa, una "comisión interministerial" presidida por él y una conferencia sectorial en la que participarán los responsables autonómicos y liderará la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Luego, el Gobierno rendiría cuentas de esa gestión en el Parlamento. En concreto, se propondría que en la Comisión Mixta de la Unión Europea Congreso-Senado.