Así lo aseguró durante una rueda de prensa telemática junto al presidente de Crue Universidades Españolas, José Carlos Gómez Villamandos, para explicar la situación de los campus españoles ante la pandemia.

En el borrador sobre el plan anti Covid-19 de cara a Navidad que las autoridades sanitarias estudian este miércoles se propone a los universitarios que limiten las interacciones sociales los días anteriores a su regreso a casa y que extremen las medidas de prevención.

El ministro considera que esa alusión no estigmatiza a los estudiantes universitarios. “No hay discriminación”, dijo, después de defender que con determinadas escenas que se han publicado se culpa a la comunidad universitaria y no son representativas. “Los estudiantes no son menos responsables que el resto de la población. Los felicito por su comportamiento, que no es fácil”, recalcó. También apuntó a que si se sigue así, se podría dar la posibilidad de que las clases sean presenciales en febrero y se pueda acabar paulatinamente con la actual "doble presencialidad".

No obstante, llamó a hacer “un último esfuerzo” a los universitarios para que las siguientes Navidades “sean como las de siempre”, y recomendó los estudiantes que “por favor, no se separen de sus ordenadores ni de sus apuntes”, para que no tengan dificultades para seguir con su formación como ocurrió al inicio de la pandemia cuando fueron a sus casas y dejaron el material en las residencias universitarias.

“Sentido común” y “precaución”, añadió, subrayando que las decisiones sobre la movilidad, en última instancia, dependerán de las comunidades autónomas y de cada colegio mayor y cada universidad, de acuerdo con la autoridad sanitaria autonómica. “No valen reglas generales”, zanjó.