Sector financiero

Los accionistas de CaixaBank aprueban la fusión con Bankia que dará lugar a finales del 2021 al mayor banco del país

-Gual dice que gestará una entidad “más sólida, más eficiente y más rentable” y se anticipa a “una nueva ola de reestructuración del sector”

MADRID
SERVIMEDIA

Los accionistas de Caixabank han aprobado este jueves la fusión con Bankia que queda así pendiente solo de obtener los correspondientes permisos regulatorios para lanzar una integración que confían conforme el mayor banco de España ya a finales del 2021, con más de 660.000 millones de euros en activos, cuotas de mercado cercanas al 25% y más de 20 millones de clientes.

Su respaldo, que ha tenido lugar “por mayoría” de los accionistas, llega solo dos días después de que recibiese el respaldo abrumador de los accionistas de Bankia -tuvo el sí de inversores con el 99,2% del capital presente y representado en su Junta-. También han avalado la configuración del futuro Consejo de Administración, donde saldrán varios vocales de Caixabank y entrarán otros nombrados por Bankia, junto al representante del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).

Los bancos confían en que las autorizaciones regulatorias lleguen durante el primer semestre del 2021, momento en el que la fusión será ya legal y lanzarán el proceso de reestructuración e integración operativa del banco. Tendrá más de 50.000 empleados y 6.700 sucursales en su arranque y su capital se repartirá en un 74,2% entre los accionistas de Caixabank y el 25,8% de los actuales dueños de Bankia -el Frob controlará un 16,1%-.

Hasta esa conexión ambas entidades continuarán operando de forma independiente y posteriormente Caixabank absorberá a Bankia, extinguiéndose así la marca de esta última. La nueva entidad tendrá sede social en Valencia y dos sedes operativas en Madrid y Barcelona.

Durante la Junta el presidente de Caixabank, Jordi Gual, y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, defendieron que la operación supone un ejercicio de anticipación frente a los muchos desafíos que encara la banca y que presionan sus márgenes, como son los tipos de interés negativos, la irrupción de nuevos operadores con el avance de la digitalización y los crecientes costes regulatorios.

Gual, quien cederá la presidencia del nuevo grupo a José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, aseguró que la operación dará lugar a una entidad “más sólida, más eficiente y más rentable”, capaz, por tanto, de generar “valor para clientes, accionistas, empleados y para el conjunto de la sociedad”.

Auguró “una nueva ola de reestructuración del sector”, donde explicó que Caixabank “quiere tener un papel protagonista en este nuevo diseño”, y para ello explicó que necesita “tener mayor escala”. Con la integración refirió que se busca ganar eficiencia y capacidad de inversión para “poder desplegar a fondo los nuevos modelos de negocio que surgen en la era digital” y que “requieren la mayor base de clientes posible para desarrollar de manera rentable plataformas y ecosistemas digitales de servicios financieros”.

Los números de la fusión los puso el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, subrayando que la entidad resultante tendría una dimensión, “aproximadamente, un 50% superior a la actual en magnitudes como los recursos de clientes gestionados o la cartera de crédito” y sumaría un volumen de activos superior a 660.000 millones de euros.

Explicó que mejorará la rentabilidad medida sobre capital tangible o RoTE en “entre 1 y 2 puntos porcentuales respecto a permanecer en solitario” y mejorará el beneficio por acción “un 28% respecto a permanecer en solitario”; gracias, entre otros factores a que espera lograr más de 1.000 millones de euros de sinergias.

(SERVIMEDIA)
03 Dic 2020
ECR/gja