Así lo dejó entrever este jueves el presidente del grupo parlamentario y diputado por En Comú Podem Jaume Asens, principal interlocutor de Unidas Podemos en su intento de que el PSOE se avenga a limitar los hechos tipificables como sedición a los que conlleven una utilización de la violencia. Especialmente para que deje de aplicarse a los líderes independentistas del proceso catalán de octubre de 2017.

En una entrevista en el digital 'Vilaweb' recogida por Servimedia, Asens sostiene que "lo que sucedió el Primero de Octubre no tiene nada que ver con la sedición", pero admite: "No tenemos garantías ahora mismo que esta sea la misma línea que defenderá finalmente el Partido Socialista. Podría ser que simplemente quisiera templar el rigor punitivo de la respuesta del estado ante lo que pasó, y que ello implicara la libertad de los presos, pero que dejara un artefacto jurídico que, en un futuro, pudiera ser aplicado en situaciones semejantes".

Preguntado cuál sería la posición de Unidas Podemos en ese caso, contestó: "Sería plantarse, con una posición más maximalista, y no votar a favor, por lo que sería una situación que no nos permitiría avanzar". Aunque avisa: "Será una situación difícil porque quizás si votamos contra esto, la aplicación práctica será que los presos no saldrán. Tendremos que decidir si la propuesta concreta que nos ofrece el PSOE es un avance bastante significativo para ceder posiciones y esperar a que la correlación de fuerzas mejore para avanzar más en un futuro".

Por lo demás, Asens reiteró la urgencia que viene trasladando al PSOE para aprobar los indultos, señaló que una amnistía como la que persiguen los partidos independentistas es "inviable" en estos momentos, aunque Unidas Podemos lo vería bien, y reconoció que sus "relaciones con el ministro no están en el mejor momento", aunque "ya las restableceremos".

También aconsejó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que hable por teléfono con el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, cuando se le preguntó al respecto. "He dicho que me parecía que sería positivo que se reuniera con Junqueras, pero pienso evidentemente que también sería positivo que lo hiciera con Puigdemont. Y sería más fácil. Si no reunirse, al menos hablar con él, porque es un golpe de teléfono", corroboró.

"Son aquellos gestos que destensar o facilitarían las cosas y permitirían crear un clima de entendimiento que sería positivo. El principio democrático en cualquier proceso de diálogo exige el reconocimiento de la legitimidad de las respectivas partes. Y creo que sería positivo que este reconocimiento se tradujera en una conversación con Puigdemont y Junqueras, los dos líderes de los dos espacios involucrados", argumentó.