Así se pronunció desde Bruselas, en la comparecencia que ofreció tras participar en el Consejo Europeo y después de que anoche España y Marruecos anunciaran mediante un comunicado conjunto el aplazamiento a febrero de 2021 de la cumbre bilateral prevista inicialmente para la próxima semana por razones de "seguridad sanitaria" debido a la pandemia de Covid-19.

El aplazamiento de esta cumbre apenas una semana antes de su celebración llegó pocas horas después de que el presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, reconociera en un escueto mensaje la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental.

En cuanto a si interpreta que el aplazamiento puede llevar implícito un toque de atención a España para que cambie de posición sobre el Sahara, Sánchez respondió que “en absoluto, de verdad”. “Tenemos muy buena relación Marruecos”, recalcó, tras haber catalogado de “excelente” y “privilegiada” la relación con este país.

Incidió en que “teníamos el interés mutuo” de celebrar esta reunión al más alto nivel porque existen “muchísimos" temas en la agenda vinculados a la migración, la Covid-19, la energía, la industria, el comercio o el turismo. “Pero hemos decidido, como consecuencia de la situación epidemiológica, que vamos a esperar un par de meses más para poder celebrarla con todas las garantías”, trasladó el jefe del Ejecutivo.

En cuanto a la postura que mantiene el Gobierno de España con respecto al Sahara Occidental, Sánchez respondió que es “bien conocida” y se basa en las resoluciones de Naciones Unidas y “el respeto a la legalidad internacional”. Es decir, la posición que “hemos mantenido durante estos dos últimos años” y "hemos tenido y seguimos teniendo una relación muy positiva con el Gobierno marroquí".