En su comparecencia ante el Pleno del Congreso de los Diputados, Sánchez presumió de la capacidad “colocar por primera vez deuda pública a 10 años con un tipo de interés negativo”. El jefe del Ejecutivo aludió aquí a la “clara señal de la confianza de los inversores en la eficacia de las medidas adoptadas por el Gobierno español”.

Rememoró cómo en las últimas semanas los analistas “han coincidido en mejorar sus previsiones” sobre el comportamiento de la economía española en 2020, “con una caída más suave de la pronosticada anteriormente y mantienen a nuestro país como uno de los que más crecerá en Europa el próximo año”.

Del mismo modo, sacó pecho de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021 porque “dan seguridad” y “protección” en un momento de incertidumbre a los colectivos más vulnerables.

“Estos Presupuestos recogen la mayor inversión social de la historia de la democracia porque es la mayor crisis que hemos vivido en los últimos 100 años”, remarcó el presidente del Gobierno.

Igualmente, sostuvo que estas cuentas públicas “protegen empleos y salvan empresas” y recordó que vehiculan más de 25.000 millones de euros provenientes del Fondo de Recuperación para “la gran modernización de nuestra economía”.

En síntesis, Sánchez defendió que con estos Presupuestos no se decidía la suerte del Gobierno, sino “la suerte de España”, y se enorgulleció por el hecho de que se aprobarán con “una pluralidad de apoyos que representan el fruto de la negociación, el resultado del acuerdo y la unión de la mayoría”.