Educación

Educadores infantiles apuntan a valorar el esfuerzo de los niños antes que las malas notas

MADRID
SERVIMEDIA

Los expertos de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-Waece) recuerdan que "hay que valorar el esfuerzo realizado por encima de las notas, y que cuando un pequeño saca malos resultados académicos "toda la sociedad es responsable de ello". "Los niños son más que un número", aseveran, llamando a "educar el valor del esfuerzo en el hogar".

Así lo subrayó este lunes la asociación en un comunicado ante las inminentes vacaciones escolares de Navidad, y en la que algunos estudiantes tendrán que mostrar a sus familias resultados poco brillantes.

Juan Sánchez Muliterno, presidente de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles, asegura que la clave está en educar el valor del esfuerzo desde la primera infancia que es el momento en el que se forma la personalidad del niño y sus valores. Además debe entenderse la etapa de educación infantil como el momento en el se debe centrar el foco en el desarrollo integral del niño: "No se trata solo de que aprendan a leer o a escribir, se trata de ofrecer una educación integral y de calidad que consiga poner unas bases sólidas para el futuro del niño".

Los expertos recuerdan que los hijos son más que un simple número, sobre todo porque la bondad, la amistad, la empatía, la autoestima, la tolerancia o el respeto "son valores tan necesarios para el éxito y la convivencia pacífica que no se pueden cuantificar".

Además, los esducadors observan en las nuevas generaciones carencias como la fuerza de voluntad y el esfuerzo. "Habitualmente oímos mensajes sobre la necesidad de esforzarse para conseguir metas en la vida, sin embargo, la sociedad del consumo y el bienestar transmite ideas subliminales en sentido contrario. Parece que la calidad de vida se puede conseguir sin trabajo y los niños van creciendo sin desarrollar la capacidad de esfuerzo que les ayuda a afrontar los retos y las dificultades que plantea la vida. Las consecuencias pueden verse en la ausencia de entusiasmo, la falta de valoración de las cosas, lo poco que disfrutan de lo que tienen, el conformismo o inconformismo constantes, etc", sentencian.

Por ello subrayan que es necesario fomentar la capacidad de autocontrol de los niños para que sean capaces de soportar los esfuerzos que exige la vida en sociedad. "Muchos padres, por un amor mal entendido, procuran evitar a sus hijos las dificultades que ellos tuvieron que superar en su infancia. Esto conduce a la sobreprotección y a ofrecerles una vida cómoda donde no deben realizar esfuerzo alguno para obtener lo que desean. Cuando los pequeños crecen sin haber luchado por las pequeñas cosas cotidianas, es posible que terminen convirtiéndose en adultos mediocres, débiles, desordenados, inconstantes, caprichosos, incapaces de cumplir una tarea seria y de marcarse objetivos en la vida y cumplirlos", explican.

Además, aseguran que inculcar la obediencia es necesario para que el pequeño dé cauce a sus capacidades en vez de seguir los impulsos de sus caprichos y apetencias. Pero también es preciso que el niño se sienta motivado y que se desarrollen el trabajo y el esfuerzo. "El niño aprenderá a esforzarse si observa la alegría con que los adultos se esfuerzan por cumplir bien su trabajo. Si, por el contrario, sólo escucha a los padres quejas, excusas y lamentaciones al tener que trabajar por obligación, el niño aprenderá a hacer lo mismo", concluyen en AMEI-Waece.

(SERVIMEDIA)
21 Dic 2020
AHP/gja