Son datos de la estadística publicada este miércoles por Tinsa IMIE General y Grandes Mercados sobre vivienda nueva y usada, después de que su índice marcase en diciembre 1.511 puntos, los mismos contabilizados para el cierre del año 2019.

“Las cifras al final del año muestran cierta estabilización de la tendencia descendente, acercándose en el caso del índice general y de capitales y grandes ciudades a niveles del verano, tras el ajuste adicional del otoño”, explicó el director del Servicio de Estudios de Tinsa, Rafael Gil.

Conforme a sus estadísticas, el precio experimentó un incremento interanual medio de los doce meses del 0,9%, pero se contrajo un 2,1% respecto al cierre de marzo, cuando la crisis sanitaria ya obligó a confinamientos con el estado de alarma.

La estabilización experimentada en diciembre permitió que todos los grupos geográficos de precios que analiza la estadística sellaran el ejercicio con precios iguales o ligeramente superiores a los de un año antes, salvo en las áreas metropolitanas.

En las áreas metropolitanas se produjo una caía interanual en el precio de la vivienda del 2,8%. En las capitales, grandes ciudades y en la costa mediterránea se mantuvieron en niveles similares a los de finales de 2019, y en las islas y los municipios más pequeños de interior crecieron un 2,3 % y del 1,1 % interanual, respectivamente.

Los mayores impactos de la pandemia los observa Tinsa en las islas y la costa mediterránea. Los precios de la vivienda se depreciaron ahí más de un 6% desde marzo. En las áreas metropolitanas se redujeron a su vez un 3,9%, y en las capitales y grandes ciudades el ajuste fue del 0,6% desde marzo.

A pesar del 2020 de transición, el precio medio en España es un 15,3% superior al mínimo que registró en el año 2015 y acumula un descenso del 33,8 % respecto a los máximos alcanzados en 2007.