En ese juicio se va a dilucidar si los populares pagaron en negro las obras de la sede nacional de su partido situada en la calle Génova de Madrid y será, de facto, la primera ocasión en la que se podrá comprobar si Bárcenas está decidido a tirar de la manta.

El extesorero del PP se enfrenta en esta ocasión a una petición de cinco años de prisión de la Fiscalía Anticorrupción. Se espera que en su declaración explique en detalle el funcionamiento de la financiación del Parido Popular y la existencia de una 'caja B' y la relación entre las donaciones de empresarios y la adjudicación de obra pública, tras cambiar de abogado y encomendar su defesa a Gustavo Galán, que también defiende a otros implicados en el 'caso Púnica'.

Fuentes de su defensa aseguraron que Luis Bárcenas estaría también dispuesto a ofrecer nueva información al juez central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional en relación a la financiación del PP madrileño bajo mandato de Esperanza Aguirre dentro de la 'causa Púnica' en la que figuran como investigados la propia Aguirre, sus sucesores en la Presidencia de la Comunidad de Madrid Ignacio González y Cristina Cifuentes, y el ex secretario general del PP de Madrid Francisco Granados.

Bárcenas decide cambiar de estrategia después de que su esposa, Rosalía Iglesias, haya ingresado en prisión condenada a casi 13 años de cárcel también por la Primera Etapa del 'caso Gürtel'. El extesorero confiaba en la palabra de personas “afines” al PP que le habían asegurado que su mujer no tendría que pasar por prisión, pero una vez con ella en prisión y con una condena larga a sus espaldas “no tiene nada que perder”. Según estas fuentes, la voluntad de colaboración es personal y no tiene que ver con pacto alguno con la Fiscalía.