Desde Girona, junto al presidente nacional del PP, Pablo Casado, aseguró que siempre ha situado la salud de la ciudadanía como prioridad y también los derechos civiles, en este caso el derecho al voto de los catalanes, que en principio tienen previsto acudir a las urnas el 14 de febrero.

Admitió que a día de hoy, y a raíz de las anteriores reuniones con los partidos catalanes, se contemplan dos escenarios y que “hay uno muy malo y hay otro incluso peor”. “Pero lo que no tenemos todavía encima de la mesa son las consecuencias que cada uno de esos escenarios sanitarios podrían tener en el derecho a voto de los catalanes”, indicó.

“Desde el momento en el que se acaba el voto por correo hasta el día en el que se hace la elección en urna efectiva no sabemos cuántos catalanes podrían contagiarse y, por tanto, no poder acudir a las urnas, así como sus familiares que deberían quedar confinados”, trasladó.

A su juicio, esa cifra “es decisiva”, a lo que unió que “todavía no tenemos ni las medidas concretas para evitar esas situaciones”. “Es imprescincible para nosotros tener toda la información encima de la mesa para poder decidir”, remachó.