SALMAN RUSHDIE: "ME GUSTARÍA SER ACTOR, MI ÍDOLO ES UNA TÍA MÍA DE 90 AÑOS QUE TRABAJA EN BOLLYWOOD"

- Su plan para garantizar que no se le abrace un fanático-bomba es similar al de cualquier dirigente mundial

A CORUÑA
SERVIMEDIA

El novelista Salman Rushdie afirmó, en una entrevista concedida a la Axencia Galega de Noticias, que "el cine siempre fue algo muy importante en mi familia. Yo tenía un tío que era guionista en Bollywood y creo que llegó a dirigir alguna película. Siempre quise ser actor y mi modelo es una tía mía, que tiene noventa años y sigue trabajando en Bollywood como actriz".

El novelista británico de origen indio lleva condenado a muerte desde el Día de San Valentín de 1989. En la jornada dedicada a los enamorados, le advirtieron de que el ayatolah Jomeini, indignado por el contenido de su novela "Los versos satánicos", ofrecía tres millones de dólares por su cabeza. Veinte años más tarde, el autor sobrevive y ha viajado a A Coruña, donde inauguró el Congreso Mundial de Semiótica.

Rushdie afirmó en la entrevista que su tía también fue bailarina. "Mi tía es muy importante, suele aparecer en películas indias. También ha trabajado en películas occidentales, como en 'Quiero ser como Beckham' o en la serie inglesa 'La joya de la corona'".

Preguntado sobre la amenaza islamista contra su persona, señaló que "desgraciadamente, el ataque no era contra mi obra; era contra toda la vida intelectual que hay en el mundo. La gente vio la fatwa como un incidente aislado, pero era algo mucho más general. No se trataba de atacar 'Los versos satánicos', se trataba de arremeter contra toda las personas que quieren escribir con libertad".

En este sentido, añadió que "estamos en una época de especial sensibilidad en el islamismo, digámoslo así, 'especial sensibilidad', y no se acepta ningún proyecto que cuestione esa visión del mundo musulmán". "En contra de lo que ellos pretendían, que 'Los versos satánicos' fuese un gran fracaso, fue un gran éxito. Mis fracasos han sido en otras cosas, pero no en ese libro", dijo.

Una tarde le llamaron de la BBC a su casa y le preguntaron por su opinión sobre la condena a muerte que Jomeini había dictado contra él. "No fue una reacción muy positiva", explicó. "Yo no sabía nada y me alarmé mucho, claro. Después de colgar el teléfono, lo primero que hice fue bajar a echar el cerrojo a la puerta de casa. La Policía me recomendó desaparecer unos días, hasta que los políticos arreglasen las cosas".

FUERTES MEDIDAS DE SEGURIDAD

Su plan para garantizar que no le abrace un fanático-bomba es paralelo al de cualquier dirigente mundial. Antes de llegar a A Coruña, hubo un diálogo constante y detallado entre los responsables británicos de su seguridad y los de Caixa Galicia: lugares de los encuentros, nombres y datos de las autoridades y de los periodistas, minutaje de los espacios y los horarios por los que se va a mover el escritor.

En la Fundación Caixa Galicia había tantos guardias de seguridad como periodistas. Los DNI por delante. Las subidas en ascensor por turnos estrictos y concretos en el número de periodistas.

Rushdie lleva veinte años concediendo entrevistas que giran invariablemente alrededor de "Los versos satánicos". Está tan saturado de escuchar siempre las mismas preguntas que tiene preparada una rutinaria colección de respuestas que escoge para ir repitiendo una y otra vez. Sin embargo, hablar de cine lo transforma en una persona afable y sonriente, como si mutase en ese actor que soñó ser.

Su corredor de la muerte son Europa y los Estados Unidos, donde hace cameos en películas como "Los amigos de Peter" o en un vídeo de los U-2, participa en fiestas sofisticadas, se casa y se divorcia con Padma Lashki o juguetea con la oreja de Scarlette Johanson.

(SERVIMEDIA)
23 Sep 2009
MAG/caa