“No va a hablar de lo que quiere hacer para los trabajadores y las trabajadoras. No va a decidir si quiere proteger o no a 12 millones y medio de trabajadores con la jornada laboral”, expresó Díaz en declaraciones a los medios antes de iniciar su visita a la Feria del Libro de Madrid.

La vicepresidenta segunda también pidió a Feijóo que “deje de tomarle el pelo” a los españoles, con una “broma de mal gusto” como el intento de presentar una moción de censura, para lo que necesita el respaldo de sus “presuntos aliados”.

Díaz recalcó que si el el PP tuviera los votos necesarios para sacar adelante la moción, ya lo habría hecho, e ironizó con que Feijóo “no era presidente porque no quería”, en alusión a unas declaraciones del dirigente de la oposición.

“El señor Feijóo no es presidente porque no goza de la mayoría parlamentaria en nuestro Congreso para serlo. Y ya le digo yo al señor Feijóo que hay Gobierno de coalición progresista para rato. También le digo que como siga secuestrado por Vox y la extrema derecha, no va a llegar a la Moncloa en su vida”, advirtió la vicepresidenta segunda.

REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA

Insistió en que la “la regeneración democrática es absolutamente imprescindible” en España, donde “hay ciertos comportamientos y formas vinculadas a la corrupción que son incompatibles con la democracia”.

La vicepresidenta segunda contestó así a las preguntas sobre la militante socialista Leire Díez, aunque también aproveció para cargar contra el PP, cuya corrupción “ha costado más de 68.000 millones de euros” a los españoles.

“Desde luego, si los hechos que conocemos son ciertos, son de una gravedad extraordinaria”, agregó, si bien evitó hacer “juicios paralelos”.

La ministra de Trabajo aseguró que la corrupción se ha convertido en una “corrosión democrática” que ya resulta “estructural”, e instó a que España ponga en marcha las “grandes tareas pendientes”, como las recomendaciones Greco, para acabar con este problema

Agregó que su formación, Sumar, ha presentado “muchas iniciativas” para corregirlo, y aludió al “elevado número de aforamientos” que hay en España, tanto en la política como en la judicatura y otras instituciones. En este sentido, instó a cuidar y respetar las instituciones del país.

REDUCCIÓN DE JORNADA

Además, recalcó que el Gobierno ya “ha hecho lo que tenía que hacer” con la presentación del proyecto de ley de la reducción de jornada, que ahora depende de su tramitación parlamentaria.

En este sentido, defendió que la forma de trabajar en el siglo XXI no es la misma que en el siglo pasado y que, por tanto, existe margen para rebajar las horas de trabajo, así como productividad suficiente y riqueza para repartir.

“En nuestro país la media horaria en España es de 38,2 horas, ya forma parte de nuestro acervo empresarial. Lo que no llego a comprender es esta resistencia ideológica”, expresó.

A su juició, la oposición pública de algunos empresarios que ya tienen instalada estas jornadas en sus empresas responde más a elementos “partidistas” que a cualquier otra razón.

Asimismo, garantizó que sigue hablando con los grupos parlamentarios para conseguir que se apruebe el paso de las 40 horas a las 37,5 horas semanales, pero recordó que ahora es el turno de las formaciones políticas del Congreso.