El dirigente gallego se mostró avergonzado con la escena que Leire Diez protagonizó esta mañana en un hotel de Madrid, donde hizo una declaración sin preguntas que concluyó con Víctor de Aldama, presunto comisionista del ‘caso Koldo’, gritando “sinvergüenza” a la ya ex militante del PSOE.

Feijóo denunció que Leire Díez es una “actriz de reparto” en “un teatrillo bochornoso”. En su opinión, su declaración ha sido pactada con el PSOE porque “es una fontanera de Ferraz que entra y sale cuando quiere” de la sede nacional de los socialistas. “El problema”, dijo, “es que cuando eres mal actriz y tienes mal guion, uno se puede levantar y ponerte los colores (sic)”, en este caso, Aldama.

El líder del PP interpreta este “circo” como “una señal más” de que el PSOE “está en caída libre” y “atrapado en sus propias mentiras, en sus propias trampas y en su sistema absolutamente corrompido”. Avisó de que esta escena es ya “historia de la trayectoria política” de Sánchez. Y se apoyó –sin citarlo– en el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, para aseverar que “esta degradación” ya “no se aguanta más” y es urgente un cambio político.

“Yo quiero darle a mi país una alternativa, que es rescatar a España de esta indecencia continuada y continua que está viviendo la política española. Esta situación no se puede prolongar más, España no es un vertedero televisivo cutre y sórdido como hemos visto hoy en una rueda de prensa en Madrid. El sanchismo no es España y los españoles no somos un pueblo indecente”, aseveró en un mitin en Melilla en el marco de la campaña de las primarias del PP, en las que se presenta como el único candidato.

En este contexto, se comprometió a “limpiar la vida pública” con “determinación” tras una “etapa de decadencia” que, a su parecer, no tiene precedentes en España porque, según dijo, se han “cruzado todos los límites de la indecencia política y de la inmoralidad”. Feijóo denunció que “nunca” un presidente del Gobierno ha sido “tan débil” ni un partido ha estado “tan corrompido”, y lamentó que prioridad sea “sobrevivir al escándalo diario” y no solucionar “los problemas de la gente”.

“Soy absolutamente incapaz de entender qué está pasando en la política española”, llegó a decir Feijóo, quien avisó de que “lo de hoy no es una anécdota” ni “hay que tomárselo a broma” porque demuestra que el PSOE ha sido “devorado por la degradación moral, por la degradación institucional y la degradación ética”.

“Es evidente que quien ha cobijado, propiciado y organizado estos espectáculos pretende arrastrar todo el país con él, pero lo vamos a impedir. Yo no voy a limitarme a ser un comentarista de la degradación moral e institucional que vive España”, continuó Feijóo, quien enfatizó que el PP lanzará una ofensiva “en las Cortes, los tribunales y las calles” para acabar con una “situación que no se puede prolongar más”.

CONGRESO DEL PP

El presidente del PP ve más justificada que nunca la necesidad de celebrar el Congreso Nacional de su partido para “preparar” a sus filas, pero también a la “nación” para “el cambio político que se merece”. Feijóo incidió en que no quiere llegar a la Moncloa para gobernar sobre “las cenizas” de un PSOE que merece “perder”, sino que quiere imponerse en las urnas por la “confianza” que los españoles tienen en el proyecto político de la oposición.

“Hay una España mucho mejor que este Gobierno y a esa España nos debemos. No vamos a ganar solo porque el Gobierno merezca perder y no queremos esperar el turno y gobernar sobre las cenizas que deje el Partido Socialista en España. Yo quiero merecer la confianza de los españoles y ganármela cada día. Y quiero y estoy convencido que desde el Gobierno podemos aumentar esa confianza”, dijo.

Feijóo prometió que su Ejecutivo dará “una respuesta a la desesperanza”, “al engaño”, “al abuso”, a “la difamación” a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a la “persecución de jueces y fiscales”, y a “la censura que quieren practicar a los medios de comunicación”. Y prometió ser implacable con quien intente “meter la mano en la caja”.

Y llamó a los españoles a contestar a cada “desmán” de un Gobierno que los quiere de “brazos cruzados” e “inmuebles como si España fuese impermeable a tal degradación”, reclamando así una movilización masiva en la concentración del domingo en Madrid “para demostrar que España es una nación viva, despierta, decente, que tiene conciencia y que va a decir basta a la corrupción y a la mentira”.