Pese a que el PP acusa al Gobierno de hacer “favores” a ETA, Valenciano no cree que la banda tenga nada que agradecer a quien la ha colocado en su peor momento y ha demostrado ser “más eficaz”, y se preguntó por qué ante esa situación el principal partido de la oposición opta por dar “credibilidad y legitimidad” a lo que dicen los terroristas.

Ese comportamiento, denunció, no ayuda a la lucha contra el terrorismo, ni a las fuerzas de seguridad, ni a la justicia, ni tampoco al PP, que saca “lo peor” de sí mismo, “sólo es bueno para ETA”.

La única explicación que encuentra Valenciano a ese actitud son “los propios temores políticos” del PP combinados con “el nombre propio del ministro del Interior”, Alfredo Pérez Rubalcaba.

En su opinión, esos miedos van “mucho más allá” de que Pérez Rubalcaba pueda ser el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno y tienen que ver también con “la incapacidad” del PP para defender una alternativa, con “la debilidad” del liderazgo de Mariano Rajoy, la constatación de que España empieza a ver “el final del tunel” de la crisis económica, y ver a los socialistas “saliendo al combate”.

Dado que el propio Rajoy ha reconocido que la lucha contra el terrorismo “va bien”, le pidió expresamente que regrese “a la sensatez” y que no reme “en dirección contraria”, y que si quiere desgastar al Gobierno recurra a otros terrenos de juego.

Elena Valenciano aseguró que ni el Gobierno ni los socialistas valorarán las supuestas actas de ETA por entender que lo válido son lo que dicen las fuerzas de seguridad y los jueces, y porque “hay que decidir” si se apuesta por la unidad ante el previsible final de ETA, o por “remover, ir hacia atrás” y esgrimir en el debate político “los papeles de una banda de delincuentes”.

La dirigente del PSOE volvió a pedir además a Rajoy que diga si cree que estampar el sello de ETA sobre la cara del presidente del Gobierno y del ministro del Interior es “información veraz y útil” por parte de una cadena que se paga con dinero público.

Por ese motivo los socialistas ya han reclamado la destitución de la directora general de Telemadrid y de su director de Informativos, y además se reservan “todo tipo de decisiones” por entender que se ha traspasado una línea roja de forma “intolerable e indigna”.