Según informó este miércoles el Instituto Armado, en la llamada ‘operación Burlero’ han sido detenidas cuatro personas en distintos municipios madrileños. Los arrestados eran de nacionalidades española, colombiana y venezolana y alguno de ellos tenía numerosos antecedentes por delitos de sangre en su país de origen.

En la operación se han intervenido varias armas de fuego modificadas a las que se les había alterado su número de serie, así como placas identificativas de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, joyas, objetos de lujo y vehículos de alta gama.

La operación se inició hace dos años cuando, gracias a los canales de colaboración internacional policial en los que opera la Guardia Civil, se tuvo conocimiento de la posible existencia de una organización criminal asentada en Madrid que estaría enviando grandes cantidades de dinero en efectivo a destacados cárteles de la droga en Colombia y Perú.

LUJOS Y EXCESOS

Analizada esta información, se consiguió identificar a una serie de personas interpuestas que actuarían como testaferros en la adquisición de bienes en España, motivo por el que los líderes de la organización criminal desarticulada podían llevar un elevado tren de vida, lujos y excesos.

Además de lo anterior, gracias a los antecedentes criminales de sus miembros y su elevada peligrosidad, así como la destacada posición que ostentaban en el mundo delincuencial, colaboraban como ‘oficina de cobros’ para importantes cárteles de narcotraficantes de Sudamérica.

Los arrestados en Madrid contaban con una red de sicarios que actuaban por todo el territorio nacional y mediante la que hacían acopio del dinero en efectivo procedente de otros grupos criminales dedicados al tráfico de estupefacientes.