La PMcM ha realizado un estudio basándose en los balances del sector no financiero del Ibex publicados por la Comisión Nacional del Mercado de valores (CNMV) y que reflejan que en el primer semestre de 2020 acumulaban una morosidad por importe de 56.488 millones, lo que supone un 12% menos respecto al mismo periodo del año anterior.

En cambio, el plazo medio de pago se incrementó un 6%, aumentando en diez días el tiempo de liquidaciones respecto al mismo periodo de 2019, hasta los 183 días, triplicando el plazo legal de 60 días. También empeoró el periodo medio de cobro de las empresas no financieras del Ibex.

Por sectores del Ibex y el Mercado Continuo, el de comercio y servicios acumuló la cifra más alta de morosidad, con 28.394 millones en el primer semestre de 2020, y su plazo medio de pago se situó en 261 días. En ambos casos, registró un descenso respecto al primer semestre de 2019.

El sector de construcción e inmobiliario registró un exceso de cuentas a pagar en su balance de 23.840 millones, un 7% menos, y un plazo de pago medio de 270 días, 13 días menos.

La industria mantuvo prácticamente igual su morosidad en 15.376 millones y aumentó el plazo de pago hasta los 195 días, y en energía, la morosidad repuntó hasta los 12.401 millones y el plazo lo hizo hasta los 109 días.

El sector no financiero de la Bolsa española registró una cantidad a deber de 80.011 millones, un 9% menos, y 193 días de tardanza en pagar a las empresas proveedoras, diez días más.

La plataforma concluyó sobre los datos de la CNMV que han aumentado, de media, en un 25% el efectivo y los activos líquidos de las empresas del Ibex, mientras que los flujos de efectivo de explotación se han reducido un 46% de media.

Para el presidente de la PMcM, Antoni Cañete, “el incremento de caja se ha logrado reduciendo la inversión e incrementando la financiación” y “no es tolerable que acumulen el líquido en vez de destinarlo a pagar en plazo a sus proveedores”.

Reclamó un régimen sancionador de la morosidad y advirtió de que medio millón de empresas están en riesgo de quiebra principalmente por el retraso en los pagos.