Así lo señaló en una entrevista en Telecinco, recogida por Servimedia, donde lamentó la muerte de las cuatro personas, aunque destacó que, “lamentando las desgracias, el resultado podría haber sido infinitamente peor”.

Almeida celebró que, gracias a la nieve y el hielo acumulado en el colegio contiguo, los alumnos no salieron al recreo, lo que evitó una tragedia mayor que podría haber sido “espeluznante”.

Además, destacó la solidaridad de los madrileños que “se lanzaron a la calle a tratar de auxiliar con desprecio a su vida”. “Desde el primer momento, los vecinos y los dueños de bares y cafeterías ayudaron a los ancianos y a retirar escombros para que llegasen los equipos de emergencia”, valoró el alcalde, quien incidió en que “los madrileños se crecen ante la adversidad”.

DESMONTAJE DEL EDIFICIO

Preguntado por la situación del propio edificio y de los colindantes, el alcalde confirmó que se va a tener que desmontar “controladamente” donde se produjo la explosión, porque las plantas altas se han visto “muy afectadas”.

Por ello, confió en “entrar de inmediato” para comenzar con el desmontaje y apuntó que se va a tener que revisar también el edificio contiguo, que albergaba la residencia, al igual que la iglesia de la Virgen de La Paloma.

En este sentido, aseguró que la propia virgen “ha intercedido por Madrid” y lamentó que “la sucesión de desgracias que estamos teniendo ha ido a alcanzar uno de los lugares más simbólicos y queridos de Madrid para la gente de cualquier credo”.

Además, apuntó que nunca olvidará las “caras de terror, incertidumbre y confusión” de los ancianos que fueron sacados de su residencia tras la explosión. “Era una escena tremenda”, comentó el regidor madrileño.

Almeida informó que también hay que desescombrar el patio del colegio cercano al edificio que explotó y habrá que examinar, por parte de los técnicos de edificación del Ayuntamiento de Madrid, los edificios de alrededor.

Por último, destacó el ejemplo de “fe y serenidad” que mostró el sacerdote que quedó atrapado en la quinta planta del edificio destruido. “Dio la voz de alarma y ayudó a los servicios de emergencia para localizarle y saber cuántas personas había en el inmueble, porque no se sabía el número de víctimas”, concluyó el alcalde.