Así lo afirmó este jueves Ecologistas en Acción al hacer público un informe sobre la calidad del aire en 2020. Esta organización apuntó que la movilidad en la capital estuvo "fuertemente condicionada" por las restricciones relacionadas con el primer estado de alarma (del 14 de marzo al 21 de junio) y otras posteriores limitaciones, que redujeron de manera drástica los desplazamientos motorizados en la capital y mejoraron notablemente la calidad del aire.

El análisis de Ecologistas en Acción se basa en datos de las 24 estaciones de medición de la contaminación en la ciudad. En cuanto al NO2, sólo una estación (Plaza Elíptica) rebasó el límite legal por un escaso margen, con 41 microgramos por metro cúbico, cuando la ley no permite pasar de 40 de media anual.

En 2019, primer año de Madrid Central, dos estaciones vulneraron ese límite, lo que entonces supuso un gran avance porque entre 2010 y 2018 hubo de media 11 estaciones incumplidoras al año.

En conjunto, los niveles de contaminación por NO2 en Madrid se redujeron el año pasado un 31% respecto a los valores habituales de la última década. La reducción durante el primer periodo de alarma fue la más drástica, con un 56%, cuando la contaminación era equiparable a la de cualquier pueblo de la sierra.

Además, ninguna estación de la red rebasó el límite horario de NO2 (200 microgramos por metro cúbico durante más de 18 horas al año) por primera vez desde que hay mediciones de ese contaminante en Madrid. Pese a ello, la ciudad vulneró otra vez la normativa y suma ya 11 años consecutivos de incumplimiento del límite legal, según Ecologistas en Acción.

PARTÍCULAS Y OZONO

Respecto a las partículas en suspensión, ninguna estación superó el valor límite legal anual de PM10 (40 microgramos por metro cúbico) durante el pasado año y sólo una de las 13 estaciones que miden ese contaminante superó el valor límite anual recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), establecido en 20 microgramos por metro cúbico.

En cuanto a las partículas más finas (PM2.5), que son las más perniciosas para la salud, por primera vez ninguna estación rebasó el valor límite anual recomendado por la OMS (10 microgramos por metro cúbico).

Algo peor fue la situación del ozono troposférico (O3), pues cinco de las 14 estaciones que miden su contaminación registraron más de 25 superaciones del valor objetivo octohorario (120 microgramos por metro cúbico). Con todo, esto supone una disminución de un 18% respecto a los registros del periodo 2012-2019. Y ninguna estación superó el umbral de información por ozono (180 microgramos por metro cúbico durante una hora), algo que no ocurría desde 2012.

"En definitiva, las reducciones de tráfico ligadas a los confinamientos, demuestran a las claras lo que desde posiciones científicas, técnicas y ecologistas se viene argumentando: que el mejor camino para lograr una calidad del aire saludable en Madrid pasa por conseguir una reducción sustancial del uso del coche", sentenció Ecologistas en Acción.