Según informó el Ministerio de Fomento, además las sociedades concesionarias de la autopista Barcelona-Tarragona (Acesa) y Tarragona-Valencia (Aumar), ambas de Abertis, han acordado el cobro conjunto del peaje en estas dos autopistas, suprimiendo la barrera troncal de Cambrils y el peaje de L’Hospitalet de L’Infant.

Al desaparecer también el peaje en la intersección de la autopista que procede de Zaragoza, se podrá efectuar cualquier recorrido por las tres autopistas (Barcelona-Tarragona, Tarragona-Valencia y Zaragoza-Mediterráneo) sin paradas intermedias

Estos peajes troncales, en los que suelen producirse atascos especialmente en los periodos vacacionales, han estado operativos desde los años 70, cuando se construyeron las primeras autopistas de peaje en España.

Abertis prevé que antes del verano se llevará a cabo el desmantelamiento físico de las estaciones de peaje troncales. Hasta que no culmine dicho desmantelamiento, se habilitarán tres carriles libres en cada estación troncal para permitir el paso de los vehículos que, de esta manera, no tendrán que detenerse.

La implantación del peaje cerrado entre Martorell y Vila-seca/Salou forma parte del proyecto de ampliación a tres carriles en la AP7 entre Mediterráneo (enlace de la AP-2 y la AP7) y Vila-seca/Salou y ha supuesto la reforma de 11 accesos.

La inversión prevista para el conjunto de actuaciones supone un desembolso cercano a los 500 millones de euros (200 millones de euros de los cuales corresponden al proyecto en la AP7 en Tarragona) por parte de ACESA.

Los afortunados que tendrán más barata la autopista serán los que la tomen en los peajes de Gelida, Sant Sadurní d´Anoia, Vilafranca Norte, Vilafranca Centro y Reus. En el resto, el precio se mantendrá invariable.

Por otro lado, se han completado las obras del enlace de Gelida, de forma que los usuarios de la zona podrán utilizarlo para dirigirse hacia el sur por la autopista, lo que no era posible en la actualidad.