Así lo manifiesta la presidenta de la CNSE, Concha Díaz, quien recalca que “los centros de salud no cuentan con criterios claros ante cuestiones tan simples como informar de una cita médica a un paciente sordo”. Asimismo, recuerda que “se olvidan de que la comunicación telefónica no es una opción para las personas sordas, y de que cualquier notificación debe realizarse a través de SMS o correo electrónico, y de servicios de videointerpretación como SVIsual”.

Díaz teme que la estrategia de vacunación frente a la Covid-19 “no recoja las previsiones que se pudieran ocasionar en caso de que quienes se encargaran de distribuir dicha vacuna entre la población, decidieran ponerse en contacto telefónicamente con los pacientes”. Una situación que califica como “previsible”, dada la desigualdad de funcionamiento entre comunidades autónomas y las reiteradas ocasiones en las que ha quedado patente la falta de accesibilidad de las personas sordas a la información y la comunicación sanitaria.

Asimismo, y ya que todas las personas tendrán que prestar su consentimiento, tanto verbal como escrito, a la administración de la vacuna, la presidenta de la CNSE solicita que la información que se brinde a la población sorda sea también accesible en lengua de signos, y que se dote a estos pacientes de servicios de interpretación y/o videointerpretación en esta lengua cuando así lo requieran. En este sentido, Díaz manifiesta que “el derecho a la salud es un derecho fundamental que debe ser igual para todas las ciudadanas y ciudadanos, más si cabe, en escenarios como éste que afectan a la salud pública”.