Así lo trasladó desde la tribuna de la Cámara Baja, tras escuchar la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para informar sobre el estado de alarma en vigor y la evolución de la pandemia. “La desconfianza lo pudre todo en política y en la vida”, sentenció Rufián.

Habló de la existencia de tres desconfianzas que prevalecerán más allá de la pandemia: la de la gente hacia los políticos, la de los políticos hacia la gente y la que rige entre los propios políticos. Esta última, dijo, se traduce “en mínima cooperación” y “máxima desorientación” entre la izquierda que comparte objetivos sociales.

En este contexto, el portavoz de ERC en el Congreso pidió no olvidar que “un estado de alarma es un estado de enorme anomalía democrática” por las “enormes potestades” que ofrece al Gobierno, además de ser “peligroso” por los “enormes abusos” que también puede conllevar.

VIOLENCIA

Rufián también valoró que a Unidas Podemos “casi les falta un cartel con letras de neón diciendo que condenan la violencia”. Pero “la violencia no es sólo un escaparate roto”, avisó, asegurando que también la pobreza, la exclusión, la precariedad, el racismo, el fascismo o la manipulación lo son.

“Hay palabras que queman e incumplimientos que hieren”, sostuvo Rufián. “El tuit de una diputada de Vox alabando a un torturador y asesino confeso como Galindo quema como un fuego”, sostuvo. A ello unió “la miseria” que comportaría no regular el precio del alquiler, tal y como “se comprometieron” desde el PSOE con Unidas Podemos. Ese último caso “hiere como una porra”, enfatizó.

Abundó en que hoy los golpes de Estado “no los hacen militares y tanques”, sino que ocurren por la vía de “los editoriales” y “con los digitales”. “Hoy el peligro es un rapero que hipnotiza y radicaliza a los jóvenes con sus letras”, ironizó.

Según su análisis, en el momento actual, “con una pandemia y con un brazo político don 52 diputados en el Congreso, hoy el golpismo lo tiene aún más fácil que hace 40 años”. “Estamos a un rato de que haya medios y partidos que digan que Franco era un ‘influencer’ de entreguerras y no pasará nada”, opinó.