"La despedida del ya expresidente de la Generalitat Valenciana supuso un ejemplo del desprecio latente de algunos representantes de los partidos políticos ante los medios de comunicación, los periodistas y, por ende, los ciudadanos que son los depositarios de la información", denunció la federación en un comunicado.

Para la entidad que preside Elsa González, "las malas prácticas de Camps y del Ejecutivo que presidía hasta ayer" impidieron la retransmisión en directo del anuncio de dimisión, "lo que es un hecho reprobable, como también lo es impedir a los periodistas la posibilidad de que hicieran preguntas".

Sobre esta imposibilidad de formular cuestiones a Camps, la FAPE subraya que "desgraciadamente es una práctica generalizada en los últimos años por políticos y personajes públicos, que contradice una de las esencias del ejercicio del buen periodismo: la posibilidad de preguntar".