Así lo reclamó a través de un comunicado emitido coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, y en el que denunció que el sistema actual “está concebido en su origen sólo para los hombres” e hizo hincapié en la “dificultad” a la que se enfrentan las mujeres para poder acceder a tratamiento.

“Las mujeres con problemas de adicciones se enfrentan al rechazo de su entorno por incumplir con los mandatos de género tradicionales y buena parte de ellas no tienen apoyos familiares ni sociales”, abundó la organización, que criticó que la mayoría “viven su problema en soledad, atrapadas en la culpa”.

Tras subrayar que suelen ocultar su adicción y retrasar la petición de ayuda para poder acceder a la terapia más adecuada, denunció también que entre las mujeres con problemas de adicciones hay “mayor incidencia” de violencia de género y de relaciones emocionales de “subordinación”.

Según UNAD, padecen una “gran presión social” si tienen cargas familiares y, para muchas, el ser madres “impide o condiciona” la evolución de su tratamiento.

Por lo que respecta al perfil de las usuarias atendidas en UNAD, presentan una “baja o inexistente” autoestima y esa situación se agrava ante la falta de recursos económicos y por las dificultades que encuentran a la hora de acceder al empleo, según precisó la organización.