Victoria, que estuvo acompañado por el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, y el presidente de la Fundación Altius, Pablo Aledo, dijo que este recurso es “una buena muestra de la importancia que para la Comunidad de Madrid tiene la familia como auténtica red de apoyo para las personas”.

El CAF de Majadahonda, situado en un local cedido por el Ayuntamiento de la localidad que ha sido adaptado para su nuevo uso, cuenta con un equipo interdisciplinar compuesto por psicólogos, abogados, mediadores familiares y trabajadores sociales.

Su objetivo es ofrecer apoyo a las familias en aquellos conflictos que puedan surgir en la convivencia habitual de sus miembros, así como informar y asesorar en diferentes aspectos.

Durante mayo y junio, los dos meses que lleva en funcionamiento el CAF, estos profesionales han efectuado cerca de 220 sesiones. Además de las posibilidades ya mencionadas, ofrece una escuela de familia.

Por otro lado, el consejero hizo referencia a la moratoria de los permisos de trabajo para ciudadanos rumanos acordada por el Consejo de Ministros y afirmó que “los vaivenes en las políticas de inmigración suponen una cortapisa para una comunidad tan importante como la rumana".

"Yo pediría al Ministerio que aclare cuáles son sus objetivos y sobre todo que garantice que las 220.000 personas de origen rumano que viven en la Comunidad de Madrid tengan garantizados todos sus derechos”, añadió.