Durante la sesión de control al Gobierno en el Senado, García-Escudero calificó las cuentas públicas del próximo año como una "monumental antología del disparate" porque incrementa el déficit y deja la deuda "descontrolada" mientras sube los impuestos a los ciudadanos.

García-Escudero acusó al Ejecutivo de estar "despilfarrando en la parte ancha" de la economía mientras los ciudadanos tienen que "estrecharse el cinturón en la parte estrecha".

A su juicio, "no hay peor momento para una subida de impuestos que el actual" porque "más impuestos es igual a menos consumo", menos consumo es "igual a cierre de empresas" y cierre de empresas es "igual a más paro".

El portavoz del PP advirtió de que la subida de impuestos provocará un aumento de la economía sumergida y fraude fiscal, como vienen vaticinando muchos expertos económicos.

Asimismo, criticó que mientras tanto se reduzca la inversión en I+D+i que según el Gobierno iba a contribuir a cambiar el modelo productivo de España y pidió a Zapatero que "deje de utilizar a los parados para tapar sus malas gestiones" y sus decisiones sobre subida de impuestos.

GARANTIZAR EL GASTO SOCIAL

El presidente del Gobierno sorprendió con un matiz, pues señaló que la subida de impuestos tendrá que evaluarse cuando quede concretada en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, ya que de momento está sometida a posibles modificaciones durante la tramitación parlamentaria.

Zapatero insistió en que sube los impuestos para garantizar gastos sociales como la Ley de Dependencia, el incremento de las becas, la subida de las pensiones o la ayuda de 2.500 euros por nacimiento o adopción de un hijo.

El presidente sacó a relucir la "buena noticia" que ha supuesto el acuerdo suscrito hoy en Valladolid con la empresa automovilística Renault para mantener abierta la planta en la capital castellana.

Señaló que se trata de una "buena noticia" que fue recibida con fuertes murmullos en la bancada del Partido, lo que empujó a Zapatero a preguntar a los senadores de la oposición si "les sorprende o no les agrada".

Zapatero insistió en que "es necesario hacer un esfuerzo colectivo para garantizar la protección social y apoyar a los sectores más necesitados y cambiar el modelo productivo" y acusó al Partido Popular de "jugar" al hablar de austeridad y al mismo tiempo reclamar más dinero para sus comunidades y ayuntamientos.

PUGNA POR LOS PARADOS

En su réplica, García-Escudero le reprochó que "cada nuevo parado es una prueba más del absoluto fracaso de la política económica" del presidente del Gobierno, al que espetó que "ha tirado la toalla frente al aumento del desempleo" y que "no le importa tanto la paz social como que le dejen en paz" los sindicatos.

El portavoz del PP anunció en este punto la presentación de un veto contra los Presupuestos de 2010 con el argumento de que su partido considera que es posible hacer las cosas de otra manera y adoptar otra clase de medidas para sacar a España de la crisis.

Zapatero dudó que la oposición de los populares a las cuentas de 2010 suponga una "novedad" porque esa actitud "forma parte de su trayectoria política" y "casi nunca están dispuestos a arrimar el hombro" para ayudar al Gobierno en los asuntos difíciles.

Asimismo, negó que esté utilizando a los parados para subir los impuestos y apuntó que en todo caso "serán otros quienes utilizan a los parados" en su labor de oposición al Ejecutivo, del que destacó que "ha decidido ampliar por primera vez en la historia la prestación de desempleo durante seis meses" a pesar de que "no era una obligación".