La federación explica en un comunicado que la discapacidad orgánica es aquella originada en el interior del cuerpo humano, por lo que suele pasar desapercibida para la mayoría de la población. Con ello, existe una invisibilidad e incomprensión en diferentes ámbitos.

Desde esta semana hasta finales del mes se mantendrá esta campaña que se comunicará con cartel e imagen multimedia en los diversos autobuses de las líneas más transitadas de la Comunidad de Madrid. A esta iniciativa se suma la actuación en las redes sociales por parte de ambas organizaciones, donde se invita a la ciudadanía a participar con la etiqueta '#Yoveotudiscapacidad'.

Se trata de una iniciativa cuyo propósito es dar a conocer el Símbolo Internacional de la Discapacidad Orgánica (DisOrganic), impulsado por Cocemfe y creado por el diseñador Rafa Garcés.

En palabras del presidente de Famma, Javier Font, con esta campaña buscan "mostrar y recordar la existencia de este tipo de discapacidad, que durante tantas ocasiones pasan tan desapercibida". "Pretendemos potenciar el empoderamiento de aquellas personas que tienen alguna de las enfermedades discapacitantes que la conforman. Gracias al apoyo de EMT Madrid, podremos dar voz y demostrar que esta discapacidad puede ser visible, a pesar de no poder reconocerse físicamente. Además, aprovechamos para hacer un llamamiento a la falta de reconocimiento que existe en los diferentes ámbitos, ya sea social, laboral e incluso institucional por parte de la Administración de estas patologías", añadió.

INVISIBLE

Esta “discapacidad invisible” engloba diversas enfermedades como son el caso de enfermedades renales (riñón), hepáticas (hígado) cardiopatías (corazón), fibrosis quística (pulmones), enfermedad de Crohn y enfermedades metabólicas (aparato digestivo); Linfedema (sistema linfático), hemofilia (coagulación de la sangre), lupus (sistema inmune); y cefaleas, migrañas, alzhéimer, párkinson, trastornos del sueño, fibromialgia o síndrome de fatiga crónica (sistema nervioso central) entre otras.

Famma subraya que, debido a que no se muestran de manera visible y sus patologías no se encuentran en los baremos de discapacidades en las que se ofrece la atención y ayuda que merecen, "se produce una incomprensión, social e incluso laboral hacia la persona que la tiene", que conlleva dificultades incluso para encontrar trabajo o llevar una vida normalizada.