Sánchez y Casado cruzaron este tipo de reproches en la sesión de control al Ejecutivo del Congreso, momento en el que el líder del PP opinó que al presidente del Gobierno “esta Cuaresma se le está haciendo muy larga” porque “si hubiera procesiones tendría que salir de penitente con sus candidato en Galicia, País Vasco, Murcia, Comunidad de Madrid, Castilla y León y a partir del viernes con su candidato en Cataluña”.

“Ni todo el incienso de su propaganda es capaz de tapar sus fiascos”, sentenció Casado. “Disparó al PP para acabar con su única alternativa, que ya le pisa los talones, y el tiro le ha salido por la culata” después de tres intentos de “atacarnos” con mociones de censura que se tradujeron en “tres fracasos estrepitosos” que atribuyó directamente a Sánchez.

El presidente del PP opinó que quien le hace la estrategia política a Sánchez será el mismo del comité de expertos del coronavirus, porque “si ya es irresponsable desestabilizar gobiernos con mentiras”, pasa a ser “inmoral hacerlo en plena pandemia”. “¿Cree que España está para jugar al Monopoly con las instituciones?”, le planteó.

Al tomar la palabra, Sánchez directamente reclamó a Casado “un poco de pudor” y le preguntó si se mira al espejo después de escucharse. Defendió que España “avanza” bajo su Gobierno de coalición y recriminó al presidente del PP sus “lecciones” en los Ejecutivos autonómicos. “En Murcia sustentan el Gobierno en base a la corrupción y el transfuguismo”, sentenció.

Sánchez también recalcó que “en Castilla y León lo que hacen es perder la mayoría parlamentaria y echarse en brazos de la ultraderecha”, mientras que en la Comunidad de Madrid “lo que hacen es romper unilateralmente su Gobierno con sus socios de Ciudadanos y provocar unas elecciones anticipadas e irresponsables”.

En palabras del jefe del Ejecutivo, la estabilidad se plantea y se construye gracias a acuerdos transversales que superan el espacio ideológico que representa uno. “Ayer le escuchaba decir que le daba risa cuando escuchaba que el PP no tenía proyecto. Efectivamente, no es que dé risa”, sino que “da pena ver al PP liderado por usted”, valoró.

Entonces, Casado le sugirió mirar a la bancada azul del Gobierno, dado que tiene “al partido del vicepresidente segundo imputado, a tres ministros de los ERE, a la señora Teresa Ribera con Isofotón” y al ministro José Luis Ábalos con el “segundo Delcygate”. De esta forma, recriminó a Sánchez esa “arrogancia” con la que viene “a tomarnos el pelo”.

“¡Por lo menos reconozca que lo urdió todo!”, exclamó ante las mociones de censura presentadas por el PSOE en las últimas semanas. También aprovechó para cargar contra el líder de Unidas Podemos y vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, por pasar del “exprópiese al encarcélese” y renegó en todo momento de las “lecciones de integridad” de Sánchez.

Finalmente, el presidente volvió a quejarse de que Casado acuda a la Cámara Baja a “soltar su perorata” y a “insultar y descalificar”. Se despachó también contra la conducta de los diputados del PP, en concreto tras escuchar a un parlamentario “descalificar a Íñigo Errejón con un tema tan sensible como la salud mental” o a otro “insultar” a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. “Aprueben en primer lugar normas de urbanidad y respeto” y luego ya “ejerzan una oposición que sea una alternativa con sentido de Estado”, remachó.