Según informó hoy la compañía, las dos comercializadoras de Iberdrola (Iberdrola Generación e Iberdrola Comercialización de Último Recurso) han ratificado y ampliado el territorio de su adhesión a este sistema, una herramienta extrajudicial para resolver posibles conflictos entre los consumidores y las empresas.

Esta iniciativa tiene como objetivo la resolución eficaz, rápida, gratuita y, sobre todo, amistosa de los posibles conflictos que puedan surgir de una forma.

Para poder utilizar este sistema, el cliente previamente debe realizar una reclamación a Iberdrola mediante cualquiera de los canales que la empresa pone a disposición de los clientes.

De no obtener respuesta satisfactoria en el plazo de 30 días, el usuario puede dirigir su reclamación directamente a la Junta Arbitral de Consumo autonómica que le corresponda. Esta solicitud puede presentarse también a través de una asociación de consumidores.

A través de este sistema, Iberdrola acepta someterse al arbitraje en reclamaciones relacionadas con asuntos propios de las compañías comercializadoras: atención personal, contratación, facturación y cobro.

Este mecanismo ofrece a los consumidores un procedimiento gratuito, que los procesos de reclamación se solventan en un máximo de seis meses, que las resoluciones tienen carácter vinculante y ejecutivo y, además, que el órgano arbitral es imparcial e independiente.