Durante una visita a Arganda, se mostró “dispuesto a regenerar” la Comunidad de Madrid y dijo que, en estos momentos, la “prioridad” ha de ser "la vacunación y la recuperación económica y social” de la región, en vez de debatir sobre fascismo o comunismo.

Consideró que el plan de vacunación del Gobierno regional debería ser un “proceso mejor ordenado, con una estrategia operativa más adecuada”, y criticó que la Comunidad haya centralizado la vacunación en grandes instalaciones, y ahora también en hospitales, porque “nos parece bien”, pero debería hacerse también en centros de salud.

Consideró que la actual situación epidemiológica, con una incidencia acumulada de 315 casos por 100.000 habitantes, es “preocupante, pero sin alarmismos”. Precisó por ello que es contrario a que se levante el cierre perimetral, como ha decidido la Comunidad, y también a “tanta controversia”.

Dijo que “la gran esperanza es la vacunación y también las urnas, para cambiar la situación”, después de comentar los sucesos de Vallecas durante un acto de Vox y señalar que desea que este barrio “no se convierta en un espacio para expresar desazón y miedo, y sí en un lugar para hacer propuestas y ofrecer esperanzas concretas de mejorar sus vidas”.

Consideró que “buscar el radicalismo es un error y una falta de respeto a la ciudadanía que quiere propuestas”, y dijo que la “mejor manera de parar a la ultraderecha es con propuestas y votando, cada uno según sus convicciones”. “Ese es el modo democrático de parar al Gobierno de Colón”, señaló.

Por último, dijo que no se pondría la vacuna rusa Sputnik y recomendó que nadie se la ponga hasta que esté homologada por la Agencia Europea del Medicamento.