Así lo defendió Iglesias durante su intervención en una reunión del Consejo Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común en la que también participaron el coordinador federal de IU y ministro de Consumo, Alberto Garzón; la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; y en la que denunció la “ficción” creada por la derecha de que es “mayoría y no hay alternativa posible” como la “clave de su éxito”.

En el transcurso de su alocución, Iglesias se comprometió a que Unidas Podemos va a “patear los barrios trabajadores, los municipios y los pueblos de la Comunidad de Madrid” para que el 4 de mayo “hable la mayoría y no permita que otra vez sea el barrio de Salamanca –de Madrid capital- quien decida el futuro de todos los madrileños”.

“La minoría que manda en Madrid ya ha hablado mucho, el 4 de mayo que hable la mayoría”, espetó, expresando así el que será el lema de su campaña, convencido de que en la región lleva “demasiado tiempo mandando una minoría insolidaria, que desmantela y privatiza los servicios públicos, que no quiere contribuir a sostener lo que es de todos, que desprecia la diversidad y está dispuesta a aupar a la ultraderecha para conservar poder”.

Una “minoría” que, a su juicio, “entiende” la Comunidad de Madrid como una “trinchera desde la que resistir los cambios, de la mano, además, de los grandes poderes económicos y mediáticos” y que “nos ha hecho creer que gobernará siempre en Madrid”. “Que somos una comunidad de derechas, hecha a imagen y semejanza de su egoísmo, su intolerancia y su corrupción”, apostilló.

Para Iglesias, la “derecha” ha conseguido ese propósito “por una razón muy obvia: su inmenso poder para hacer que solamente se les escuche a ellos”. “Cualquier persona que vea estos días la portada de los principales periódicos o que ponga una tertulia en la televisión, se puede dar cuenta de esto”, sentenció.

“Incluso los trabajadores de la televisión pública han tenido q hacer comunicados para poner de manifiesto, con datos, que se está haciendo abiertamente una campaña en contra de este espacio político”, abundó, al tiempo que denunció el “blanqueamiento de la de la ultraderecha” que, a su entender, está llevando a cabo esa “élite mediática, que supone un gravísimo peligro para nuestra democracia”.

Lamentó que dicha minoría entendió la pandemia “como una oportunidad para intentar recuperar el poder que habían perdido en el Estado” como demostraría el hecho de que “se han dedicado, básicamente, a hacer ruido, mientras una mayoría social entendía que teníamos que ayudarnos los unos a los otros y proteger el bien común”.

FICCIÓN, CLAVE DEL ÉXITO

Para Iglesias, “haber construido esa ficción de que son mayoría y que no hay alternativa posible es la clave del éxito político de la derecha en Madrid históricamente, pero es mentira”.

“Madrid no es de derechas, hay una mayoría social que necesita los servicios públicos, que está harta de corrupción, que entiende que la vivienda es un derecho, que cada cual puede amar en libertad a quien le de la gana, que no importa el color de la piel y que una sociedad feminista es una sociedad mejor”.

En este punto, insistió en que la “clave” de lo que ocurra el 4-M será “si esa mayoría habla otra vez o si por el contrario la minoría egoísta y ruidosa vuelve a decidir por todos”, convencido de que la mayoría “lo tiene mucho más difícil” y de que, “millones de madrileños estarán más pendientes de cómo pagar el próximo mes de alquiler que de esta campaña electoral” y que encuentran “muy pocas razones para movilizarse y votar cuando las instituciones madrileñas llevan 25 años gobernando para otros”.

“No estamos ante unas elecciones más, el 4 de mayo tenemos un deber con la historia y tenemos también una oportunidad, tenemos el deber de impedir que la ultraderecha racista, machista, homófoba y que odia a la gente de los barrios como Vallecas pueda hacerse con el poder en Madrid”.

Iglesias subrayó que los madrileños tienen la “oportunidad de que haya, por fin, después de 25 años, un Gobierno que demuestre que la política sí sirve para cambiar las cosas a favor de la mayoría”. “Un Gobierno que no será perfecto ni podrá cambiar de inmediato todo lo que hay que cambiar, pero que puede ser un Gobierno que trabaje de una vez para defender la sanidad y la educación públicas, los derechos laborales, la justicia fiscal y la igualdad entre hombres y mujeres”, añadió, consciente de la necesidad de contar con un Gobierno “decente, que no robe a los madrileños y defienda los intereses de la mayoría”.