Lo hizo en un acto de campaña en Madrid en el que aseguró que “lo que pasó ayer no tiene que ver con lo que nosotros hicimos”, el abandonar el debate después de que la candidata de Vox, Rocío Monasterio, porfiara en exhibir sus dudas sobre la veracidad de la carta de amenaza que recibió Iglesias en el Ministerio del Interior.

“El gesto de ayer podía haber sido completamente intrascendente”, afirmó, apuntando que “inicialmente esto no es lo que cambió la actitud de los partidos progresistas ni de los medios de comunicación”. “Lo que lo cambió todo fue la actitud, que se hizo visible en las redes sociales, de cientos de miles de personas que dijeron: ‘Efectivamente, la democracia está en peligro’”.

“Por eso, después de hora y media de debate, entran los asesores y dicen: ‘Tendríais que estar viendo lo que está diciendo la gente, hay que salir de aquí, hay que irse de aquí’. No porque se haya ido Pablo Iglesias sino porque la gente está diciendo que está en peligro la democracia y no se puede seguir estando sentado en una mesa con el fascismo y la ultraderecha”, prosiguió.

Igualmente, si muchos periodistas llamaron fascista a Vox ayer por primera vez, Iglesias interpretó que “no fue porque yo me levantara de la mesa, sino porque cientos de miles de personas estaban diciendo que el fascismo no es compatible con la democracia y que no se puede tratar con normalidad a una fuerza política de ultraderecha y fascista como Vox. Por la gente, no por mí”.

“Para que los cambios se produzcan los tiene que comprender la gente”, explicó el líder de Podemos, diagnosticando que esta respuesta en las redes sociales demuestra que, a diferencia de con su alerta antifascista tras las elecciones andaluzas hace dos años, la gente “ahora sí lo ha comprendido” y “hay una mayoría democrática en la Comunidad de Madrid y en España que está viendo las orejas al lobo” y sabe que “la democracia está en peligro”.

“Cuando un pueblo empieza a señalar a los fascistas, entonces claro que los partidos empiezan a tomar nota”, continuó, afirmando que Unidas Podemos y su propio abandono del debate en la Ser “simplemente fue el clic que sirvió para que se viera lo que piensan miles de personas en este país, que sabe que lo que se vota el 4 de mayo es entre fascismo y democracia”.

DEMOCRACIA EN PELIGRO

“La democracia está en peligro”, advirtió, mencionando otra vez el caso del tirador que disparaba contra retratos de miembros del Gobierno sin que fuera encausado y el del cartel de Vox contra los menas, que insistió en que copia uno de la Alemania nazi que equiparaba el coste de una familia alemana a una familia de “tarados”. Incluso, añadió que cuando seguidores de Vox le llaman “Coleta rata” están imitando la forma en que los nazis se referían a los judíos. “Deshumanización del enemigo para que en cualquier momento alguien le pueda dar un tiro en la cabeza”, sintetizó.

El líder de Podemos denunció que “es inaceptable que haya jueces que permitan eso”, dado que un juzgado ha rechazado retirar el cartel en cuestión. “Está en peligro la democracia cuando se blanquea el fascismo”, continuó, añadiendo a su enumeración los ataques de Vox al portavoz del Sindicato de Manteros, Serigne Mbayé, incorporado a la lista de Unidas Podemos.

Iglesias también quiso criticar la lectura que muchos medios han hecho del rifirrafe de ayer en el debate entre él y Monasterio como un enfrentamiento. “Ayer no hubo ningún enfrentamiento. Hubo una fuerza política que pidió por favor que se retractara la ultraderecha al poner en duda unas amenazas de muerte”, corrigió. “Eso no es un enfrentamiento, y es escandaloso que en democracia alguien se vea con la capacidad y el derecho a mentir impunemente”.

Después, amplió su crítica de Vox al PP, al decir que “su proyecto político, y Madrid es el mejor ejemplo, es la destrucción de las bases materiales de la libertad y la democracia”. Como tales presentó una vez más la educación y la sanidad públicas, para solventar la desigualdad social. Por eso dijo que lo que ha hecho el PP madrileño con la sanidad “es un ataque a la democracia”, y que tampoco hay democracia si los jóvenes no pueden pagar el alquiler.

Iglesias enlazó su mensaje habitual de que “democracia es convertir los privilegios de una minoría en derechos para todos” con el motivo particular del acto de hoy, que era el feminismo, señalando que éste significa en el siglo actual lo que en los dos anteriores fue el movimiento obrero, y “por eso odian el feminismo”.

“No van a parar y están desatados”, avisó el candidato, antes de concluir llamando una vez más a sus seguidores y votantes a “ganar educadamente” y a no caer en ninguna “provocación” como las que asegura que buscará Vox. Y proclamó que “el futuro democrático será feminista o no será” antes de dar paso a las ministras, diputadas y mujeres dirigentes de Unidas Podemos que le iban a acompañar en el acto, cuyo retraso de una hora motivó que Iglesias lo abriera en lugar de cerrarlo, como suele suceder.