El reconocimiento por EEUU de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental y su rearme suponen un desafío para España

- Según un informe publicado este jueves por el Instituto de Seguridad y Cultura

Madrid
SERVIMEDIA

Un informe publicado este jueves por el Instituto de Seguridad y Cultura y elaborado por Guillem Colom, Guillermo Pulido y Mario Guillamó, que lleva por título ‘Marruecos, el Estrecho de Gibraltar y la Amenaza Militar sobre España’ advierte del desafío que representan para España los éxitos diplomáticos, políticos y económicos del reino alauí, al igual que su creciente poder político y militar.

El reconocimiento, que la administración Biden no parece tener intención de revertir, se enmarca en los ‘Acuerdos de Abraham’, con los que EEUU busca “la normalización de relaciones de los países árabes más poderosos con Israel” y mejorar las relaciones estratégicas y de seguridad para enfrentar el grave desafío estratégico de Irán.

Los autores del informe explican que Rabat ha sabido aprovecharse de esta estrategia estadounidense para lograr un éxito diplomático a muy bajo coste, pues “Israel y Marruecos mantienen desde hace tiempo profundas relaciones económicas, políticas y de seguridad”. El reconocimiento estadounidense también consigue socavar la influencia que España y, sobre todo, Francia mantienen en el Magreb y afianza la posición de EEUU como potencia equilibradora a través de su aliado marroquí.

PULSO CON LA UNIÓN EUROPEA

Diplomáticamente, la decisión estadounidense refuerza a Rabat en su pulso con la Unión Europea por la explotación de las aguas del Sáhara Occidental, así como en la aspiración marroquí de ampliar su plataforma continental hasta las 350 millas náuticas y extender su Zona Económica Exclusiva entrando en conflicto directo con las aguas de las Islas Canarias. Los intereses económicos de esas aguas van más allá de la pesca, pues los montes submarinos del archipiélago canario son ricos en metales como el telurio, el cobalto y el plomo.

El apoyo de Washington puede ‘envalentonar’ a Marruecos frente a los países de su entorno y llevarle a “tomar decisiones que allanen la soberanía de otros estados de forma unilateral”. Una semana después de producirse el reconocimiento de Trump, el primer ministro marroquí defendía que “llegará el día en que vamos a reabrir el asunto de Ceuta y Melilla, territorios marroquíes como el Sáhara”.

Por otra parte, el Sáhara Occidental tiene importantes implicaciones económicas y geopolíticas por el proyecto de construcción de un gaseoducto transahariano que conecte a Nigeria, Marruecos y Europa. La clave es que, además de proporcionar gas a 13 naciones de África Occidental, este proyecto socavará el monopolio del gas argelino.

Marruecos aspira a alcanzar la supremacía militar regional, para lo cual, entre otras cosas, ha llevado a cabo desde 2017 un plan quinquenal de rearme por valor de 22.000 millones de dólares con apoyo de EEUU y Arabia Saudí.

Este rearme ha eliminado las principales debilidades militares marroquíes y ha proporcionado a sus fuerzas armadas importantes capacidades avanzadas, que buscan desbancar como principal potencia militar regional a una Argelia que no pasa por su mejor momento.

A largo plazo el rearme marroquí puede suponer un desafío a la capacidad militar española. Esto, unido a los proyectos económicos como Tanger-Med, que compite directamente con los puertos de Algeciras, Valencia y Barcelona, y a las ambiciones políticas y territoriales de Rabat, suponen un desafío real para España.

(SERVIMEDIA)
06 Mayo 2021
MGN/gja/nbc