Educación

Dar más “relevancia” a la educación superior para el mercado laboral, clave en la mejora de la competitividad de Iberoamérica

- Según el informe ‘Educación superior, competitividad y productividad en Iberoamérica’, auspiciado por la OEI

MADRID
SERVIMEDIA

Incrementar la “relevancia” de la educación superior para el mercado laboral entendida desde una perspectiva “integral y holística” e incluyendo habilidades “transversales” en su modelo, incentivar el aprendizaje continuo, alinear los perfiles de los graduados a las necesidades del mercado laboral y generar y compartir información “completa y actualizada” sobre educación superior y el mercado laboral son algunas de las claves para mejorar la competitividad y productividad en Iberoamérica.

Así lo desvela el informe ‘Educación superior, competitividad y productividad en Iberoamérica’, auspiciado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), a través de su Instituto Iberoamericano para la Educación y la Productividad, que analiza la educación universitaria iberoamericana y su rol en la formación de trabajadores productivos y con las habilidades y herramientas necesarias para innovar en el entorno empresarial y que fue presentado este lunes en un acto en Casa de América.

Tal y como precisó una de sus autoras, la directora ejecutiva de Innovative Futures Institute y recientemente nombrada jefa de estudios y análisis de Unesco-Iesalc, Victoria Galán-Muros, el estudio realiza una serie de recomendaciones dirigidas a universidades, empresas y gobiernos de la región dado que, a su juicio, “únicamente una acción coordinada entre los tres actores puede afrontar con éxito los retos actuales y el futuro incierto” al que se enfrenta la región.

Con respecto a la situación en el actual contexto pandémico, abogó por implementar medidas que permitan una recuperación y una transición hacia economías basadas en el conocimiento, el talento y la innovación, cuyo “pilar”, a su entender, debe ser un capital humano “cualificado, flexible y resiliente”.

Por su parte, otro de los autores del informe, el profesor de Economía y director del Observatorio de América Latina del Instituto de Empresas, Germán Ríos, hizo hincapié en que el trabajo es el resultado de un análisis de la situación a partir de la aportación de más de 30 empresas de la región y más de 40 rectores y representantes de universidades que expusieron sus avances para tratar de “cerrar esa brecha”.

Entre los principales “hallazgos”, subrayó la imposibilidad para el mercado laboral de conseguir el talento requerido debido, en parte, a que los candidatos no disponen de suficientes “habilidades blandas” entre las que citó el trabajo en equipo o el pensamiento crítico.

Por lo que se refiere al diagnóstico desde la universidad, lamentó que la región cuenta con “muy buenas universidades del siglo XX en el siglo XXI en gran parte de Iberoamérica” a pesar de los “grandes avances” logrados en los últimos años.

RÉCORD DE ESTUDIANTES

“Por primera vez en la historia de Iberoamérica tenemos números récord de estudiantes, pero ahora de lo que las universidades se tienen que preocupar es de cómo hacer que estos estudiantes nos ayuden a resolver el problema de la productividad y la competitividad”, sentenció, al tiempo que valoró el que la mayor parte de las universidades analizadas estén ya introduciendo esas habilidades blandas en su currículum, si bien estimó que lo “ideal” sería que las introdujeran de manera “transversal”.

Tras la presentación de las principales conclusiones del informe, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, felicitó a la OEI por la “prioridad” que, como muestra este informe, le está otorgando en los últimos años a la competitividad y la productividad en los sistemas educativos e hizo referencia al lastre que supone para la mejora de la competitividad y la productividad en Iberoamérica el no contar con “talento formado”.

Por su parte, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, se refirió a los “desafíos más importantes” que, a su entender, enfrentan Iberoamérica y el resto del mundo en estos momentos para “salir del agujero y lograr la recuperación”, como son la “alta informalidad” en la fuerza de trabajo en la región, el “gran descontento” con las instituciones por parte de los ciudadanos y el “rezago enorme” de la región, con una productividad laboral “estancada”, que en la actualidad sólo representa el 38% de la productividad promedio de la OCDE.

“Mejorar la relevancia y los resultados de ese nivel de formación va a requerir de una visión estratégica, de un enfoque común, de un involucramiento de todo el sistema educación superior”, abundó, convencido de que, para aumentar la productividad de la región resultan “clave” el aprovechamiento de la transformación digital y el fomento del espíritu empresarial de los jóvenes desde las instituciones de educación superior.

UNA IBEROAMÉRICA FUERTE

Con respecto a la pandemia, instó a hacer “todo lo posible” para que los jóvenes “dejen de ser las principales víctimas de la crisis y que se conviertan en los principales constructores de Iberoamérica, de una Iberoamérica que sea resiliente, incluyente, sostenible, integrada, unida y fuerte”. “Debemos asegurarnos de que cuentan con la educación y las competencias, las destrezas y las habilidades para lograrlo”, resolvió.

En la misma línea, el secretario general de la OEI, Mariano Jabonero, destacó el papel fundamental de las universidades como motor de la innovación y la investigación en Iberoamérica, ya que, especificó, “ambos factores se desarrollan en un 60% en nuestras universidades”. Asimismo, aseguró que este “es el momento de hacer frente al déficit histórico en materia de productividad, exacerbado por la pandemia”. Un reto que, a su juicio, “debe ser abordado desde la educación, el recurso más estratégico y sostenible con que cuenta la región”. “El momento es aquí y ahora”, espetó.

Finalmente, la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, Arancha González Laya, defendió que, tal y como indica el informe, “de lo que se trata es de ver cómo hacemos que educación superior rime con productividad y competitividad”.

“Tenemos que hacer que rimen estos dos mundos, porque sabemos que en Iberoamérica hay un gran problema de productividad y de competitividad”, agregó, convencida de que se trata de una “discusión tremendamente oportuna” de cara a la recuperación tras la pandemia y a lograrla con transformación y “de manera que no retornemos al camino que hemos estado siguiendo estos últimos años y que nos ha llevado a esta situación”.

“El informe nos dice cuáles son las causas de esta baja productividad y competitividad y nos habla de mercados laborales que hay que transformar y nos habla de instituciones que son débiles y hay que reforzar y de la informalidad de muchas de nuestras economías que tenemos que corregir”, detalló, haciendo referencia, a continuación, también al “desajuste y una brecha entre lo que demanda el mercado laboral y lo que ofrece el sistema educativo”, que llamó a “cerrar”.

El acto concluyó con la firma, por parte de la OEI y la OCDE, de un acuerdo de colaboración para trabajar en favor del que calificaron como “uno de los mayores retos a los que se enfrenta Iberoamérica”.

(SERVIMEDIA)
17 Mayo 2021
MJR/clc