Así lo subrayaron en sendos comunicados tras la reunión que mantuvieron este viernes los equipos abanderados por el ministro Manuel Castells y José Carlos Gómez Villamandos, presidente de Crue y rector de la Universidad de Córdoba, para hacer seguimiento a la pandemia en relación a la convocatoria de las pruebas finales de curso.

Según lo hablado, las universidades tratarán de aplicar las recomendaciones sanitarias ya publicadas el pasado marzo para la realización de exámenes presenciales, y se ha insistido en que “los exámenes que se hagan presenciales cumplan con las medidas sanitarias adecuadas”.

Así, las universidades deben establecer planes para evitar aglomeraciones y desplazamientos innecesarios que incluyan medidas como ampliar el número de sedes y aulas dispuestas para los exámenes, redistribuir el alumnado en distintas aulas, a fin de reducir los aforos de los espacios destinados a los exámenes, e informarlo con antelación.

También se propone reducir el aforo de los aseos y servicios, limitar la coincidencia de exámenes en la misma zona del edificio del centro universitario, escalonar las entradas y salidas y, cuando sea posible, que los estudiantes puedan examinarse en las sedes más cercanas a su domicilio y apostar por los espacios al aire libre para tiempos de descanso y comidas.

La “presencialidad adaptada” también será la “fórmula estructural de la docencia” en los campus de cara al próximo curso 2021/2022 “y dado el avance positivo de la pandemia y los efectos que está teniendo la actual campaña de vacunación”, aunque se trabaja aún en trazar las “normas concretas” para aplicar esa modalidad.