Montero comentó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que "el trasvase no está en cuestión en absoluto" porque se trata de "una infraestructura crítica" que abastece agua a unos tres millones de personas en zonas del área levantina peninsular.

No obstante, precisó que "el trasvase se encuentra más de la mitad del tiempo en una situación excepcional de falta de caudal y de recorte de aportaciones por los fenómenos que van parejos al cambio climático", lo cual no se corresponde con "el espíritu" de la norma que regula esa transferencia de agua, que aboga por "una explotación regular y estable" de esa infraestructura.

Por ello, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico plantea un real decreto para modificar esas reglas del trasvase, lo cual, según Montero, "no va en ningún caso a recortar la cantidad de agua que se trasvasa a las cuencas del levante español, sino que lo pretende es precisamente todo lo contrario: dar mayor estabilidad a esa transferencia de agua".

Con el nuevo real decreto, añadió Montero, se beneficiarían tanto la cuenca que cede el agua como la que la recibe porque la iniciativa de Transición Ecológica "va justamente en dirección de garantizar ese suministro".

"Por tanto, no se van a cambiar de ninguna manera las reglas de ese trasvase, sino que estamos estableciendo un marco de diálogo que permita justamente garantizar el funcionamiento de esa infraestructura, que más tiempo del que debería está sometida a unas condiciones excepcionales", concluyó.