También hay un tercer candidato, el exparlamentario Luis Ángel Hierro, pero todas las opciones se concentran entre Díaz y Espadas y, según varias fuentes de las dos candidaturas, no se descarta que haya que ir a una segunda vuelta porque ninguno de los dos se haga con más del 50% de los votos, como exige el reglamento federal.

En tal caso, la segunda cita, que aunque no se descarte tampoco se espera, sería el domingo siguiente, el 20 de junio, entre los dos candidatos con más votos.

Según las fuentes socialistas consultadas en las dos candidaturas, también en la dirección federal del PSOE, ninguna de las dos candidatura se ve ganadora y pronostican una "ajustada victoria", en la que, insisten, "la movilización será la clave".

En ese caso, fuentes socialistas admiten que el partido “no está tensionado” y “movilizado” ante la cita interna con las urnas y que eso hace “más difícil” predecir el resultado.

Por un lado, desde la candidatura de Díaz destacan que la expresidenta tiene una base de apoyo asentada en su reconversión y su campaña, durante meses, recorriendo más de 310 casas del pueblo de las 800 que hay en Andalucía.

Fuentes socialistas reconocen que ella es “aparato” y que “ahí sabe moverse muy bien”, así como que los suyos se han movido como nunca porque se lo “juegan todo”.

Por otro lado, destacan que Espadas recoge los ánimos de “cambio” pero no ha despertado una “ilusión” en el partido que vaticine una contundente victoria pese a contar con el apoyo de Ferraz y del Gobierno. No obstante, el alcalde no ha contado en la campaña con el apoyo de los ministros y dirigentes destacados socialista andaluces para no ahondar en la tesis de que es el “candidato de Madrid”, que se ha encargado de potenciar Díaz.

En la dirección federal confían en que Espadas logre el apoyo necesario para ser el candidato y, en tal caso, no se atreven a pronosticar qué hará Díaz y vaticinan tanto el escenario de que la todavía secretaria general del PSOE-A se “enroque” como que dimita. Consideran, según varias fuentes socialistas, que la clave la marcará el tipo de victoria y el resultado en Sevilla.

Si como se prevé la victoria para Espadas ronda el 52- 48%, descartan que Díaz vaya a dejar el mando del partido y creen que se hará fuerte hasta el Congreso Regional para volver a recuperar el control del partido en Andalucía.

No obstante, también hay voces que indican que, pese a una aparente situación reñida, la victoria de Espadas está garantizada por cuanto el militante apuesta por el cambio y que hay “voto oculto” en favor del alcalde por parte de militantes que “no se atreven” a expresar su posición en lugares donde la dirección provincial apoya a Díaz.

El resultado en estas primarias en Andalucía tendrá un fuerte impacto en Ferraz porque, por un lado, si gana Espadas la dirección que encabeza Sánchez cierra su control sobre todas las federaciones socialistas mientras que, si gana Díaz, se reabre una espita entre los dos rivales de las primarias federales que más dividieron al partido aunque desde posiciones diferentes: Díaz liderando la oposición en el Parlamento andaluz y Sánchez al frente del Gobierno de España y con un liderazgo incontestable en el partido.