Con esta victoria, según reconocen fuentes federales a Servimedia, Sánchez acaba con el devenir político de Díaz, después de las “oportunidades” dadas para su futuro político tras la victoria en las primarias a la Secretaría General del PSOE de 2017.

Desde Ferraz se apoyó, oficiosamente pero no oficialmente, la candidatura de Espadas con el beneplácito de Sánchez para dar un “nuevo aire” al PSOE de Andalucía y disputar “a largo plazo” la Presidencia de la Junta al popular Juanma Moreno. No obstante, el fin para muchos era “acabar” con Díaz después de años de enfrentamientos.

Después de la recuperación de la Secretaría General del PSOE por parte de Sánchez, muchos animaron al hoy presidente a lanzarse a la “guerra” con Díaz, dado que ésta siguió siendo la líder del PSOE-A pese a su derrota, si bien, Sánchez optó por esperar a que cayera como “la fruta madura”. Así, cuando ésta perdió la Junta en las elecciones autonómicas de 2018, algunos vieron la oportunidad, pero el presidente esperó porque aún tenía ella el control del partido y esas elecciones suponían, a la vez, el primer revés electoral de Sánchez desde el Palacio de la Moncloa.

Pese a que en apariencia Sánchez y Díaz habían limado sus diferencias, los rechazos de la dirigente andaluza a todas las salidas que le proponía Ferraz y su enroque sólo en recuperar la Junta, animaron a los próximos a Sánchez a impulsar un relevo en Andalucía por cuanto veían “acabada” a la secretaria general.

Entonces comenzó una terna para buscar sustituto y esperar el momento propicio para impulsar el proceso, y todo fraguó en la persona del alcalde de Sevilla y tras la derrota electoral del PSOE en las elecciones en la Comunidad de Madrid.

En el equipo de Sánchez, según fuentes consultadas por Servimedia, admiten que la ola de apoyo popular que ahora vive Moreno en Andalucía hace prever que Espadas no pueda apartarlo de la Presidencia. Por eso, consideran que el hoy alcalde de Sevilla es una apuesta a largo plazo porque no descartan que deba perder unas primeras elecciones y “curtirse más” en la oposición antes de que el PSOE recupere la Junta de Andalucía.