Según el sindicato, el profesorado ocupa “una gran parte de su tiempo rellenando fichas, marcando casillas, cumplimentando documentos estandarizados, recopilando datos del alumnado” y tiene “menos tiempo para la preparación de sus clases; para adaptar las programaciones didácticas al contexto, a la atención a la diversidad y al proceso de aprendizaje del alumnado; para hacer una evaluación continua real, o para la creación y desarrollo de nuevos proyectos”.

“Se prima la burocracia frente a la pedagogía y el control de resultados frente a la autonomía pedagógica. Se está imponiendo una dinámica de recopilación de datos de todo tipo, sin una finalidad educativa concreta”, protestó UGT, que subrayó que la pandemia ha revalorizado el papel de los docentes.

En este contexto, el Sector de Enseñanza de UGT reivindica “una escuela menos burocratizada, con más tiempo para la docencia, la innovación e investigación” para lo que considera “imprescindible unificar la legislación que ordena la vida de los centros, o simplificar y concretar los documentos, tanto los institucionales como los de carácter pedagógico, con el fin de evitar duplicidades innecesarias”.

Para ello, la organización reclama más personal administrativo y de servicios, medios tecnológicos adecuados y ofrecer formación, además de aumentar las plantillas docentes y reducir las ratios y las horas lectivas “para poder llevar a cabo una mejor atención individualizada del alumnado, desarrollar el aprendizaje competencial que promueve la LOMLOE y generar proyectos educativos innovadores en nuestros centros educativos”.