Crisis humanitaria

Más de 2,1 millones de niños y niñas sufren la crisis humanitaria en Níger

MADRID
SERVIMEDIA

Unicef publicó este viernes el informe ‘Suffering in silence’ en el que insta a una mayor atención y movilización frente a la crisis humanitaria que sufren los niños y las familias en Níger.

La crisis humanitaria que sufre Níger afecta a más de 3,8 millones de personas, incluidos 2,1 millones de niños y niñas que se encuentran en una situación que necesita ayuda humanitaria. Los conflictos, el desplazamiento, la inseguridad alimentaria, la desnutrición y brotes de enfermedades recurrentes, las inundaciones cíclicas y las sequías son los principales factores.

La directora regional de Unicef para África occidental y central, Marie-Pierre Poirier, denunció la dramática situación que vive el país y el alto número de personas afectadas por ello, y añadió que “es un desafío para el Gobierno y la comunidad humanitaria satisfacer sus necesidades”.

Por otro lado, los ataques a lo largo de las fronteras con Burkina Faso, Malí y Nigeria provocaron importantes desplazamientos en el país y continúan causando estragos en la vida de cientos de miles de niños y niñas.

Por ello, Marie-Pierre Poirier insistió en que "la protección de los derechos de los niños, incluidos los niños desplazados, es fundamental, ya sea el derecho a la alimentación, la salud, la educación, el agua o el derecho a ser protegidos de la violencia. Necesitan refugio, alimentos, agua potable, atención médica y educación".

Según los datos de Unicef, los ataques en la región del lago Chad han impedido que casi 269.000 personas en Diffa (este de Níger) regresen a sus hogares. Más de 195.000 personas se encuentran ahora desplazadas en las regiones de Tillabery y Tahoua, en el oeste de Níger. Además, más de 77.000 personas que han huido de la violencia entre comunidades en el norte de Nigeria viven actualmente en la región de Maradi (centro de Níger), junto a más de 21.000 desplazados internos.

El número de escuelas obligadas a cerrar debido a la inseguridad en las zonas afectadas por el conflicto ha aumentado de 312 a 377 durante los últimos meses. "Los ataques a las escuelas y las amenazas a la educación están destruyendo las esperanzas y los sueños de toda una generación de niños y niñas. La vida de un niño excluido de la escuela es una tragedia de potencial insatisfecho y oportunidad perdida", explicó Poirier.

Desde la organización admitieron que el fuerte aumento de la inseguridad y las restricciones de movimiento impuestas por el Gobierno han obstaculizado el acceso de los agentes humanitarios a las poblaciones afectadas por el conflicto. “Unicef hace un llamamiento a la solidaridad para ayudar al Gobierno y sus aliados a dar asistencia vital a las poblaciones afectadas y mejorar sus condiciones de vida”, concluyó Poirier.

(SERVIMEDIA)
02 Jul 2021
MPB/clc