Sector financiero

Cos apunta ciertas “señales” de deterioro del crédito y alienta el uso de los colchones de capital para evitar eventuales restricciones

-El gobernador del Banco de España reitera la intención del BCE de retirar las restricciones al dividendo tras septiembre

MADRID
SERVIMEDIA

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, admitió este martes ciertas “señales” de deterioro de la calidad crediticia, aunque la morosidad continúa a raya en contra de lo esperado por la crisis del Covid-19, y apuntó que se observa algún freno en la concesión y demanda de financiación para recordar a las entidades que pueden usarse los colchones de capital para evitar restricciones en su concesión.

Su apunte lo efectuó durante su intervención en el ‘Encuentro Bancario’ anual que organiza el IESE y EY, donde indicó que uno de los factores de riesgo potenciales para el sector y economía “tiene que ver con las posibilidades de que ese incremento del riesgo del crédito, junto con las reticencias que hemos observado a la utilización de los colchones de capital por parte de las entidades, nos llevara a una cierta restricción del crédito, que pudiera lastrar la actividad real y la capacidad de recuperación de la economía”.

Al respecto, y desde la óptica del supervisor, señaló que continúa pensando que “el uso de los colchones sigue siendo adecuado” para que se mantenga el flujo del crédito a la economía. Y frente a la preocupación de la banca sobre cuánto tiempo podrán disponer luego para recomponer la hucha de solvencia utilizada, aseguró que la intención es “dar tiempo suficiente para que se haga de manera ordenada” su reconstitución en caso de que dicha red sea utilizada durante este periodo de tiempo.

Su reflexión la efectuó tras admitir que, tras un 2020 donde el crédito para el sector privado residente aumentó un 3,5% gracias al apoyo de los avales del Instituto del Crédito Oficial (ICO), ahora se observa cierto freno tanto en la concesión como en la demanda. En marzo, el crédito nuevo caía al 13% en tasa interanual, sobre todo por la disminución de financiación a empresas y en gran medida por el alargamiento en los plazos de los avales del ICO, y la Encuesta sobre Préstamos Bancarios del Eurosistema también mostró “un cierto endurecimiento de la oferta”.

Si bien reconoció que los efectos negativos de la pandemia sobre la actividad económica “no se han traducido, hasta la fecha, en un aumento del volumen de préstamos dudosos”, como lo prueba que el stock de dudosos cayese aún un 4% en marzo pasado gracias a las medidas de apoyo público, avisó sobre su potencial auge cuando esos soportes se retiren gradualmente y más en aquellos sectores más debilitados por la crisis.

Conforme a los cálculos del organismo, el volumen de avales públicos podía absorber aproximadamente el 30 % de la pérdida de crédito esperada, mejorando la ratio de capital de máxima calidad o CET1 entre 1,5 y 1,75 puntos porcentuales en el horizonte 2020-2022.

Sin embargo, alertó de que en 2020 “ya se observaron algunas señales de deterioro de la calidad crediticia” dado que los créditos en vigilancia especial se incrementaron un 24,3% y han acelerado su aumento en el 2021 al 37,5% en marzo, mientras que los créditos refinanciados y reestructurados todavía cayeron aún un 2,3% en marzo pasado, pero también a menor velocidad de lo que lo hacían en el año 2020 (-19,6%). Además, señaló que el crédito dudoso en la cartera de consumo, que es la primera que refleja un cambio de signo con cambios de escenarios, experimentó un repunte en 2020 del 23% y aún subía un 15,9% en marzo pasado.

Con todo, el Banco de España es optimista sobre la capacidad de la economía de recuperarse en los próximos trimestres gracias a la evolución de la vacunación y, de hecho, ha subido su previsión de crecimiento para el PIB español desde el 6 al 6,3% recientemente, a la vez que espera un mejor comportamiento también de los países del entorno.

Con esta visión y sujeto a incertidumbres sobre la efectividad de la vacuna frente a los nuevos brotes, recordó que la intención del Banco Central Europeo (BCE) es retirar las restricciones en el pago del dividendo de la banca cuando tenga que revisar sus actuales instrucciones tras septiembre próximo.

A pesar del panorama, abundó en que la banca debe abordar el reto de su baja rentabilidad para lo que “resulta fundamental que las entidades sigan profundizando en las ganancias de eficiencia, reduciendo costes y utilizando más intensivamente las nuevas tecnologías”.

En eficiencia admitió que la ratio compara bien con entidades de otras jurisdicciones, pero subrayó que está lejos del ratio que tenía la banca española en el año 2008-2009 -situado en el 43,2% cuando ahora es el 49%-, pese a que se ha reducido un 51% el número de oficinas existentes entonces y más de un 36% en los empleados.

(SERVIMEDIA)
06 Jul 2021
ECR/gja