Del informe sobre el ‘Análisis de la temporalidad en España’ elaborado por la firma de recursos humanos también se puede extraer el dato de que la tasa de temporalidad, es decir, el porcentaje de asalariados temporales frente al total, es del 24,1%, el porcentaje más bajo desde 2014.

El dato no es bueno en comparación con el resto de países de la UE, ya que en ellos la tasa de temporalidad es del 15%, un porcentaje muy inferior al de España. Esto es debido a que nuestro país tiene una estructura económica en la que los sectores con alta estacionalidad tienen un gran peso en el PIB, según repara el estudio.

El informe apunta que la alta temporalidad responde a que las actividades más dinámicas de nuestro país son las que mayores tasas de temporalidad registran, como el sector primario, con un 56,5%; la construcción, que registró un 40,2%; las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento, con un 39,9%; y la hostelería, con un 36%.

Además, Randstad destacó que en España los grupos de población sin estudios superiores tienen más acceso al trabajo a través de contratos temporales, en lugar de ser fichados como indefinidos desde un inicio, aunque en una fase posterior puedan acceder a contratos estables.

De hecho, el 79,8% de las conversiones de contratos fueron firmadas por trabajadores con estudios no superiores, mientras que en el caso de los indefinidos iniciales, esta proporción se reduce al 72,8%.

Asimismo, el informe señaló que que el empleo en España es mayoritariamente estable, ya que el 79,3% de los trabajadores son asalariados indefinidos o trabajadores por cuenta propia. En concreto, de los 19,3 millones de ocupados registrados en el último trimestre de 2020, un total de 3,1 millones eran autónomos; otros 12,2 millones eran asalariados; y cuatro millones habían firmado un contrato temporal, el 20,7% del total.