Casado lanzó estas reflexiones desde Toledo, al clausurar la segunda sesión de las jornadas ‘Reto Demográfico y despoblación rural’, organizadas por la Fundación Concordia y Libertad en el marco de la preparación de una Convención Nacional “en la que pretendemos que se trace una alternativa clara para hacer las cosas de una forma distinta” desde el Ejecutivo.

“Ya sabemos lo que está pasando en esta partida de ajedrez: han cambiado los peones, pero sigue la reina, que es el independentismo, que es EH Bildu, y es con los que está jugando el rey, que es el que se cree que puede cambiar a cualquiera a su alrededor porque sólo de él depende toda la estabilidad de España”, analizó Casado sobre los importantes cambios en el Ejecutivo.

El problema que ve ahora Casado, y que avisó de que sufrirán los que pagan nóminas y levantan la persiana, es “la inestabilidad”. “Este tipo de cambios políticos partidistas en plena crisis y en plena quinta oleada de la pandemia son de una gran irresponsabilidad”, sostuvo el líder de la oposición.

MENSAJE DE “INESTABILIDAD”

A su juicio, se está mandando así “un mensaje de inestabilidad que cala mucho en los inversores y en los emprendedores”, que pueden pensar que no se da el entorno adecuado para “seguir tirando hacia delante”. “Lo que hemos visto es que de una purga en el Gobierno se da paso a una estampida”, dijo tras la marcha del secretario de Estado de España Global.

A ello unió que “en las últimas semanas, cinco cargos de la vicepresidenta Nadia Calviño se han ido” y “se dice que no van a ser los últimos”. “¿Qué estabilidad estás dando?”, cuestionó a Sánchez, acusándole de disfrazarse de “moderado” mientras tiene “a los ministros de Podemos” y a los dirigentes de EH Bildu y ERC dándole “órdenes”.

Ante la decisión de Sánchez de nombrar a Calviño vicepresidenta primera, recalcó que los ministros económicos le llevan “la contraria” y que “su propio equipo abandona el barco porque da por hecho que no va a tener los condicionantes”. Por ello, auguró que Calviño acabará como Pedro Solbes, “abandonando el barco cuando tiene ya demasiada agua”.

Al problema de “inestabilidad”, sumó el de la “radicalidad” del Ejecutivo, puesto que “siguen los mismos”, esos que “tanto gustan” a los ganaderos y agricultores, en alusión directa al ministro de Consumo, Alberto Garzón. Tras haberle “rectificado” Sánchez por sus declaraciones sobre el consumo de la carne, preguntó “qué mensaje estás dando” si no puedes “echarle”.

“PRESIDENTE AL PUNTO”

“Le gusta el chuletón al punto, me alegro por su información”, replicó a Sánchez, “pero se ve que a sus ministros de Podemos les gusta el presidente al punto porque se han reído de él a la cara porque no ha podido cesarlos”. “Ha demostrado que son dos gobiernos en uno, es una confederación de gobiernos”, enjuició.

Para Casado, se ha demostrado que Sánchez “no manda sobre cinco ministros” del ala de Unidas Podemos, que son “los más radicales, los que alardean de ser comunistas”, y “no sólo Garzón, también Yolanda Díaz que parece que ahora se la quiere vender con cierta moderación” a pesar de que “decía en Twitter cuando murió Fidel Castro que era una referencia”.

“Lo digo hoy que hay protestas en toda Cuba pidiendo democracia y libertad”, resaltó Casado, preguntándose cómo es posible que en España “haya cinco ministros que reivindican a Cuba como un paraíso democrático” cuando se trata “de una dictadura de 60 años”. “Señor Sánchez, ¿esto es moderación?", preguntó de nuevo.

Previno así contra “la ingeniería social” del Gobierno y pidió a los españoles que no se dejen “engañar por las apariencias ni por los celofanes con los que se envuelve todo”. “Aquí hay un Gobierno radical que no está ayudando a que los sectores productivos podáis tirar para adelante”, sentenció.

Otro rasgo de este Gobierno, prosiguió Casado, es la “incompetencia”. Preguntó, en este sentido, por la ejecución de los fondos y se quejó de que hayan “rechazado el pacto que ofrecía el PP de gestionarlos juntos”. “Europa está para ayudarnos con los problemas reales, no para programas de ingeniería”, enfatizó.

“LOS QUE MUEVEN LOS HILOS”

De tal manera, Casado advirtió de que la situación política acaba afectando a los sectores productivos, entre ellos los vinculados al entorno rural y a la lucha contra la despoblación. “Aunque cambien las caras, si al final quien mueven los hilos son los mismos, la economía real y los españoles con problemas no van a notar ninguna mejoría”, valoró.

Se refirió aquí a que “ya nos han dicho los jefes de Sánchez lo que opinan del cambio de Gobierno”. “El presidente de la Generalitat ha dicho que lo importante no es el quién, sino el qué, y que él va a seguir exigiendo que haya independencia, autodeterminación y amnistía”, relató, y lo tradujo en que “si no hay amnistía y autodeterminación, aunque sea con otros ministros, la legislatura acabará rota”.

Además, durante estas jornadas sobre el reto demográfico y la despoblación rural, Casado resaltó que en España existen 3.400 municipios en riesgo de despoblación, un 42% frente al 1% de Francia, el 4% de Italia o el 7% de Alemania. Lamentó aquí que el Gobierno no haya atendido su propuesta para llegar a un pacto de Estado para abordar este reto de forma multidisciplinar.

Desgranó sus medidas en este ámbito, basadas en la apuesta por la natalidad, la mayor flexibilización del mercado laboral, el teletrabajo con regulación eficaz, la igualdad en el acceso a servicios públicos como el médico, la escuela o el transporte público, la apuesta por infraestructuras de interior o el apoyo al campo frente a la “estigmatización” del Gobierno.

Del mismo modo, abogó por sacar adelante un plan nacional del agua y fomentar las actividades vinculadas al entorno rural como el ecoturismo, la caza, la pesca y el ocio deportivo. También habló de promover una digitalización de alta capacidad y de una regulación fiscal y tributaria que simplifique la burocracia con medidas como una tarifa plana para autónomos que se extienda a 24 meses para los que viven en el entorno rural.

Mientras el PP propone estas medidas, se quejó de que en el Gobierno prima “un eje ideológico” basado en “un plan de ingeniería social” para “moldear la sociedad a su antojo”. “Por eso en el Plan 2050 se habla de que tenemos que comer menos carne, consumir menos dispositivos electrónicos, comprar menos ropa o viajar sólo como ellos digan”, estimó.

Advirtió, no obstante, de que “no vamos a aceptar ningún tipo de regulación de nuestra propia vida” y prometió que el PP estará al servicio de España, “consciente de la situación crítica en la que se encuentra nuestro país”, en cuanto llegue al Gobierno. “Claro que España puede salir adelante” y “lo lograremos juntos”, pero “tal y como se están haciendo las cosas ahora, no”, subrayó, y concluyó diciendo que “hay otro camino posible” y es el que plantea el PP.