Según informó el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, diariamente, la mesa de adjudicación publicará en la página web del ministerio la información de las rondas celebradas en el día. La información se dará a conocer cuando la mesa considere finalizada la sesión de rondas de subastas del día.

En esta primera subasta se licitan un total de 75 megahercios (MHz) divididos en 60 MHz para comunicaciones ascendentes y descendentes, y 15MHz para solo descendentes. Se distribuyen en siete concesiones de ámbito estatal: cuatro concesiones corresponden a dos bloques de 2x10 MHz y dos bloques de 2x5 MHz, en la banda pareada 703-733 y 758-788 MHz para comunicaciones ascendentes y descendentes (FDD), y tres concesiones en la banda 738-753 MHz, que asignarán cada una de ellas el uso de un bloque de 5 MHz para comunicaciones solo descendentes (SDL).

Las concesiones tendrán una duración mínima de 20 años y máxima de 40. Los precios oscilan entre 8,5 millones de euros y los 350 millones dependiendo de la banda.

Antes de la subasta los operadores ya han realizado sesiones de formación sobre el uso de la Plataforma Electrónica de Subastas (PES) segura. La mesa de adjudicación dará por finalizado el proceso de licitación cuando en una ronda no se reciban nuevas pujas.

Las bases establecen límites en la cantidad de frecuencias de las que puede disponer un operador en cualquier ámbito territorial y que son un máximo de 2 x 15 MHz respecto de la banda pareada de 700 MHz y un máximo de 2 x 35 MHz respecto del conjunto de espectro destinado a comunicaciones electrónicas en las bandas pareadas de 700 MHz, 800 MHz y 900 MHz.

El impulso de la tecnología 5G en España es una prioridad del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que prevé una inversión pública de 1.500 millones de euros para acelerar su despliegue.

Se trata de la tercera subasta de frecuencias para redes 5G realizada en España, después de las subastas celebradas el año 2018 y en diciembre de 2020.

Se espera que la tecnología 5G tenga gran impacto en la economía y en la creación de empleo, ya que permitirá desarrollar aplicaciones que cambiarán la manera en la que se producen, se distribuyen y se consumen los productos y los servicios y “será crucial para la transformación digital, ya que ayudará a que otras tecnologías”, según destacó el ministerio.