Según el Real Patronato, este estudio busca sentar las bases para poder establecer mejoras que permitan reducir la actual brecha existente entre personas con discapacidad y personas sin discapacidad en materia de empleo.

También tiene por objetivo fomentar el emprendimiento entre las personas con discapacidad, lo que puede favorecer la disminución de las tasas de desempleo del colectivo --si se articulan las medidas oportunas--, y conseguir así una reducción de los costes sociales imputables a este grupo.

Los autores del trabajo, Noemí Pérez-Macías Martín y José Luis Fernández Fernández, aportan información sobre los principales factores que motivan el emprendimiento en personas con discapacidad, así como algunas recomendaciones a fin de impulsar o al menos facilitar la toma de decisiones de estos potenciales emprendedores.

Tuvieron en cuenta la alta tasa de desempleo en este colectivo, que alcanza un 26,20%; que sólo el 10,90% de los que trabajan lo hacen por cuenta propia, y que en un futuro el Gobierno no podrá facilitar empleo para todas las personas a través de la industria terciaria.

La recolección de los datos se llevó a cabo con la ayuda de la Fundación ONCE. Desde allí, previo envío de un cuestionario con preguntas abiertas, ayudaron a organizar los diferentes grupos de discusión, la entrevista individual y la obtención de las respuestas de 6 personas con discapacidad menores de 30 años. El total de participantes en el estudio resultó ser finalmente de 48 personas. Para el análisis de los datos se empleó el software NVivo, que permite el análisis cualitativo de los datos.

CONCLUSIONES

Según sus resultados, la autorrealización, la búsqueda de autonomía, libertad e independencia y la posibilidad de innovar y crear son algunos de los factores críticos que influyen en la intención emprendedora de las personas con discapacidad.

A diferencia de lo que ocurre con la intención emprendedora de las personas sin discapacidad, el miedo al fracaso prácticamente no se menciona como freno al emprendimiento en las personas con discapacidad, muy probablemente debido al nivel de motivación y a la enorme resiliencia de este colectivo.

El estudio señala también que en España existe una falta de cultura emprendedora, y recomienda la creación de una red de contactos para que las personas con discapacidad se sientan acompañadas a la hora de emprender.

También considera crucial orientar la concepción del emprendimiento como una oportunidad y no como una necesidad; contribuir a crear entornos inclusivos que reduzcan las diferencias entre las personas con y sin discapacidad, e impulsar incentivos claros en materia de financiación, fomento de la educación, reducción de la burocracia y a nivel fiscal.

El estudio, publicado por el Real Patronato Sobre Discapacidad, ha contado con la colaboración de la Cátedra Iberdrola de Ética Económica y Empresarial de la Universidad Pontificia de Comillas, grupo de investigación al que pertenecen la autora y el autor del trabajo.