Así lo concluye tras la realización de un análisis desarrollado en el marco del proyecto ‘Alimentación saludable para el pequeño consumidor’ y subvencionado por el Ministerio de Consumo y en el que ha comparado 50 de estos productos, revisando el etiquetado y las características nutricionales de estos artículos con el objetivo de que los consumidores “puedan realizar una compra informada”.
En el medio centenar de helados analizados predominan aquellos con valores C (29) y D (16) en el sistema de etiquetado nutricional NutriScore, aunque también hay ejemplos de helados de categoría E (3) y B (2).
Entre los ingredientes que, a su juicio, “llaman la atención por su extendida presencia”, la organización destacó los aditivos “de todo tipo”, como emulsionantes, estabilizantes, colorantes, además de aromas, y subrayó que “en muchos casos” aparece el nombre completo del aditivo en lugar de su código “E”, ya que cada vez más los consumidores identifican estos ingredientes y los productos son “susceptibles de ser rechazados”.
Por lo que respecta a los niveles de grasa, los que menos tienen son los helados de agua tipo polo y los que más grasa presentan son los de tipo sandwich o cono y todos ellos presentan una “alta” cantidad de azúcar, según OCU.

Junto a ello, criticó que en este tipo de productos también “abundan” los colorantes, que proporcionan “llamativos” colores, que son característicos de este tipo de productos y, entre ellos, la organización ha encontrado en su análisis clorofilas (E-141), antocianinas (E-163), la curcumina (E-100) y los caramelos amónico (E-150c) o el caramelo sulfito amónico (E-150d).
A este respecto, OCU advirtió de que, para “evitar o minimizar” el uso de colorantes, algunos fabricantes añaden ingredientes que ejercen esta misma función y que no están clasificados como aditivos, entre los que citó los jugos concentrados de remolacha o el de baya de saúco.
En paralelo, la organización también se refirió a la presencia en la “casi totalidad” de la muestra analizada de los aromas, cuya función es aportar o potenciar uno que ya esté presente.
OCU precisó que, en el caso de los helados en formato polo, elaborados básicamente por una mezcla de agua y azúcar, los aromas son los responsables del “sabor limón o “sabor naranja” característicos del producto.