El 80% fueron víctimas de trata con fines de explotación sexual (564), laboral (31, el 5%) y mixtas o indeterminadas (15%). Las nacionalidades mayoritarias fueron personas procedentes de Colombia (120), Nigeria (92), Costa de Marfil (53) y Rumanía (47).

Cruz Roja señaló que la trata de personas implica una violación de derechos humanos que se nutre de las situaciones de vulnerabilidad de las personas para mercantilizarlas. Afecta a más de 21 millones de personas, detectándose casos en casi todos los países del mundo, sin embargo, se estima que la población detecta menos del 5% de estas situaciones.

De esta forma, las personas son explotadas sexualmente mediante la prostitución y explotación sexual, o pornografía; laboralmente en la agricultura, el sector textil y a empleadas de hogar; y en la mendicidad con matrimonios forzados.

La organización señaló que en España todavía no existe una Ley Integral de Trata que contemple medidas de protección para todas las personas que pasan por situaciones de trata, lo que en la práctica “dificulta mucho” el acceso equitativo a los recursos. Además, añadió que “si bien en los casos de las mujeres tratadas con fines de explotación sexual se ha avanzado bastante, si hablamos de otras formas de trata, los recursos son muy limitados”.