En la última décad se registraron un total de 163 incidencias (148 reales) que, por su peligrosidad, originaron un aviso y posterior intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. En todos esos incidentes, en ningún caso se detectaron artefactos explosivos en los envíos que tramita Correos.

Los envíos postales con amenazas y munición en su interior saltaron a la actualidad antes de las elecciones a la Asamblea de la Comunidad de Madrid, el pasado 4 de mayo, que a la postre ganó Isabel Díaz Ayuso. En los días previos a la cita con las urnas, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias o la directora de la Guardia Civil, María Gámez, fueron algunas de las personas que recibieron cartas de amenaza con balas en su interior.

Hace unos días, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid que investiga los hechos ordenó el archivo provisional de la causa por no derivarse de las pesquisas indicios de quién era el responsable de los envíos.

Ahora, el Ejecutivo admite que no son episodios tan inusuales, ya que los datos obrantes en el Sistema Estadístico de Criminalidad relativos a amenazas acompañadas de munición recogen 148 hechos conocidos de amenazas asociados a envíos de munición o cartuchería en la última década. En los datos, desglosados por años y Comunidades Autónomas, destaca que en 2016 se registraron un total de 20 incidentes, el mayor número de ellas de toda la década.

El Gobierno defiende que Correos es el operador postal en España que invierte más recursos para inspeccionar los envíos nacionales que, vía terrestre, circulan por su red, y subraya que mantiene en funcionamiento la red de inspección de envíos más importante del país, después de la de AENA. Además, indica, moderniza permanentemente el equipamiento técnico para el control de seguridad de los envíos, y a tal fin el año pasado se sustituyeron 24 equipos, y actualmente, se gestiona la renovación de otros 20 equipos.