La catedral de Toledo es uno de los inmuebles eclesiásticos más importantes de España, correspondiendo su titularidad a la Iglesia. Fue declarado Monumento Nacional en mayo de 1909 y forma parte del Conjunto Histórico Artístico de la ciudad desde el 18 de abril de 1940.

Además, la ciudad de Toledo fue inscrita en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad el 26 de noviembre de 1986.

La intervención en la catedral responde al deterioro de la cubierta del transparente y diferentes lesiones en las cubiertas adyacentes detectadas debido a la filtración del agua de lluvia que ha provocado humedades en muros, zonas de encuentro entre distintos volúmenes y elementos singulares. Estos trabajos evitarán posibles desprendimientos e impedirán daños irreversibles en el patrimonio arquitectónico, pictórico y escultórico de este bien inmueble.